Señor director:
Caso uno: a medida que se avanza en la investigación sobre la desaparición del submarino Aras San Juan la indignación se eleva a límites insospechados, ya que no debemos olvidar que el por entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Aníbal Ibarra fue destituido por un proceso político al no adoptar las directivas correctas de control en el caso»Cromañón». Ante la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia el imputado en la causa Enrique López Mazzeo afirmó que desde el 5 de diciembre de 2017 el Gobierno de Macri sabía en qué posición se encontraba el navío siniestrado con sus 44 tripulantes. La contratación de una empresa con la finalidad de lograr ratificar dicha ubicación fue utilizada no sólo para tal fin, sino con el objetivo de determinar en simultáneo la existencia de recursos naturales explotables lo cual la convierte en una actitud siniestra, perversa y de desprecio por la vida humana. ¿De comprobarse fehacientemente cuál debió o debe ser la sanción? El Fiscal Norberto Bellve, de acuerdo con el pedido de las querellas, dictaminó que se impute y se cite a indagatoria a Macri, al ex Jefe de la Armada Marcelo Srur y al ex Ministro de Defensa Oscar Aguad. A ello se suma el espionaje ilegal de los familiares de los tripulantes del Aras San Juan, mientras el submarino aún permanecía desaparecido ¿Hasta dónde los demás integrantes de todas las Fuerzas Armadas y de Seguridad debieran estar preocupados y están obligadas a manifestarse respecto de camaradas caídos en ejercicio del cumplimiento del deber respecto de una decisión dolorosa y casi irracional..? O unos pocos sólo son valientes cuando acompañan la deleznable actitud de agraviar gratuitamente a una ex Presidenta y rodear en forma intimidatoria la residencia Presidencial?
Debemos estar supeditados al lento proceso judicial en el que esperamos prive la honorabilidad la valentía el coraje y la imparcialidad a pesar de todas las dudas justificadas que nos pudieran invadir.
Caso dos: El Ministro de Defensa Agustín Rossi denunció que hay una conspiración montadas por militares retirados que buscan incidir en las políticas de defensa y seguridad casualmente ex Jefes del Ejército durante el mandato de Macri y otros generales, que aparecen en escena con la denominación Mesa de Encuentro Libertador General San Martín. También puso en conocimiento que hay una «operación política» y que desde las mutuales de los uniformados se financian «acciones desestabilizantes». Estas actitudes de pretender asumir potestades funciones y objetivos que son propios de la conducción militar en actividad tiene su correlato claramente en las manifestaciones de la derecha macrista y los sicarios de la prensa que adormecen la conciencia con mentiras. En verdad cuestionan el accionar del gobierno no con la crítica esperable de una oposición «política», sino recurriendo a mensajes, advertencias, actitudes prepotentes, negativas irracionales y propias de la omnipotencia del poder real fuera del poder constitucional e institucional.
Aldo O.Savina