El historiador del Instituto Antártico Argentino, Pablo Fontana, habló de los 14 puntos que el país postuló desde 1972.
El lugar en el que por primera vez se recogieron fósiles en la isla Marambio en 1892, el refugio que construyó en 1902 la expedición sueca que debió ser rescatada por la corbeta Uruguay y el mástil que erigió en el Polo Sur la primera expedición terrestre argentina en 1965, son tres de los 14 puntos que el país postuló desde 1972 para integrar al registro de Sitios o Monumentos Históricos (SMH) del Tratado Antártico, mientras trabaja para sumar nuevos elementos a ese inventario.
El historiador del Instituto Antártico Argentino (IAA), Pablo Fontana, afirmó que «de los 95 SMH actuales, catorce fueron propuestos por Argentina como único proponente o en conjunto con otros países».
«De ellos, Argentina gestiona trece y el SMH número 1 del Tratado Antártico es el mástil de la Operación 90, como fue conocida la Primera Expedición Terrestre del Ejército Argentino al Polo Sur Geográfico, que lo instaló en diciembre de 1965 en aquel punto, límite austral de nuestro país», contó.
Fontana sostuvo que el número 94 «es el sitio que fue propuesto por más países en conjunto que actualmente lo gestionan».
Se trata de «un mojón o apacheta» que el grupo de Patrimonio Histórico del IAA localizó en febrero de 2016 en la isla Marambio y que había instalado en 1892 el ballenero noruego Carl Anton Larsen.
«En aquel momento fue la primera vez que una persona pisó la isla y que se tomaron fósiles de allí, por lo que podría ser considerado un monumento al nacimiento de la paleontología antártica», destacó Fontana.
Además, señaló que «allí dejó su huella también el alférez Sobral y los expedicionarios de la corbeta ARA Uruguay, ya que es el primer lugar donde descendieron durante su operación de rescate».
Otro punto, el SMH 38, es el Refugio Suecia, instalado por la Expedición Antártica Sueca de Otto Nordenskjöld en 1902, el lugar donde invernara por primera vez un argentino, precisamente Sobral, y todos los expedicionarios, también Larsen, rescatados por la corbeta ARA Uruguay.
Desde 1980 el IAA y la Dirección Nacional del Antártico (DNA) trabajan en el rescate de este refugio enfrentando los desafíos de conservación y el cambio climático que erosiona el suelo de permafrost donde se asienta, y actualmente funciona como un museo que visitan turistas de todo el mundo siguiendo una directriz del Tratado Antártico a propuesta de Argentina y Suecia para garantizar su conservación.
El investigador indicó que la Casa Moneta, en la Base Orcadas, forma parte del SMH 42, y también funciona como Museo. Fue construida en 1905, es la primera instalación habitacional argentina en la Antártida y la primera construida para ser una base permanente en todo el sexto continente.