APREMIOS ILEGALES. Habilitó una prueba clave en causa contra policías

El juez Gervasio Labriola ordenó que se haga la rueda de reconocimiento.

Un grupo de funcionarios acusados de tormentos y torturas serán sometidos a una prueba de reconocimiento. Lo resolvió el juez del Tribunal de Juicio y Apelaciones Gervasio Labriola.

En el marco de una causa en la que se investiga presuntos hechos de tormentos y torturas contra un joven por parte de miembros de la Policía de Entre Ríos, específicamente de la División Robos y Hurtos. Ante la gravedad del hecho denunciado, en agosto del año pasado la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación se presentó como querellante en la causa.
El principal acusado en la investigación es el Jefe de la División Robo y Hurtos de la Policía de Entre Ríos, comisario Carlos Schmunk. Actualmente sigue en etapa de investigación penal preparatoria, en la que se discuten diferentes medidas de prueba que aporten a esclarecer lo sucedido.
El año pasado, los abogados Miguel Ángel Cullen y Daniel Rosatelli reclamaron anular una prueba de reconocimiento fotográfica que se realizó sin su presencia, en la cual el denunciante señaló a varios funcionarios policiales. Esa medida fue anulada por un juez y la querella solicitó que se realice la rueda de reconocimiento de forma presencial. En una audiencia realizada este miércoles, Uno Entre Ríos supo que el juez Gervasio Labriola habilitó la medida clave para avanzar con la investigación penal preparatoria.

“Submarino” a orillas del río
El hecho que motivó la denuncia tuvo lugar el 1° de junio de 2022, cuando un grupo de agentes pertenecientes a dicha división de la policía ingresó de manera violenta a la vivienda de Aldana Abigail Simi Rodríguez y Jonatan Exequiel Framulari, en una casa en barrio El Sol, de Paraná. En el interior de la casa, maltrataron a la pareja y se llevaron por la fuerza al joven, quien en ese momento sólo vestía ropa interior. La investigación está a cargo del fiscal Eric Zenklusen. Posteriormente, Aldana en compañía de su padre se dirigió a diferentes dependencias policiales donde no le brindaron información concreta sobre el paradero de su pareja. Finalmente, a las 6 de la mañana del día siguiente le informaron que Framulari estaba en el hospital San Martin porque, de acuerdo a la versión policial, había tenido un accidente con su moto.Sin embargo, una vez que Framulari recibió el alta del centro médico, pudo relatar lo sucedido ante la defensora pública, Antonella Manfredi. Allí declaró que los policías se lo llevaron a la orilla del río, en una zona descampada donde lo torturaron con golpes, ahorcamiento y lo sumergieron al río hasta que perdió la conciencia.

Rueda de personas
El abogado José Iparraguirre explicó: «El año pasado hubo una galería de reconocimiento fotográfica donde Framulari reconoció a Schmunk y otros funcionarios como los autores del hecho. Sin embargo, la fiscalía cometió el yerro de no avisar a la defensa particular e incorporar a una defensora oficial en esa medida de prueba. Ante esto, la defensa apeló y logró la nulidad de ese reconocimiento». Y agregó: «Frente a esa situación nosotros solicitamos que se haga un reconocimiento presencial. En primera instancia una jueza de Garantías nos hizo lugar y, ante esta situación, la defensa apela sostenido que el reconocimiento era uno solo y que la nulidad de la medida fotográfica impedía hacerlo presencial. Nosotros planteamos que era un medio de prueba autónomo y que es un reconocimiento de mayor calidad. Así llegamos a hoy donde el juez Labriola nos dio la razón y se va a tener que hacer la rueda de reconocimiento presencial». Enseguida, recordó que «hay alrededor de 15 personas, entre sospechosos e imputados» y que el principal señalado en la causa es el «comisario Schmunk, jefe de la División Robos y Hurtos». «Es un hecho de una barbaridad inusitada. Fueron 15 a 20 funcionarios policiales que en horas de la madrugada secuestraron a Framulari y lo llevaron a un paraje donde fue sometido a torturas y ahogamientos que fueron acreditados por pericias médicas», concluyó el letrado.