Antecedentes y contexto internacional de la Revolución de mayo de 1810.

Por: Daniel Ventresca 

El 25 de mayo de 1810 se concreta la Revolución en una de las principales capitales del virreinato español. Tal evento fue el germen de la futura nación argentina y sirvió como ejemplo para otras naciones americanas en lucha por la emaciación del poder realista. Sin embargo, la revolución tuvo un contexto internacional que acompañó a los criollos en la búsqueda de mayor independencia respecto de la península y, al mismo tiempo, una serie de antecedentes que fueron cruciales para las jornadas de mayo de 1810. Para comprender mejor estos hechos, en menester introducirnos en aquellos años previos y en otras latitudes para y de alguna manera comprender lo que vivieron los protagonistas revolucionarios.



A inicios de siglo XIX Europa se encuentra convulsionada por las guerras napoleónicas

y la invasión de los ejércitos franceses a casi todo el territorio continental. En España es

mayor la conmoción ya que allí es tomado cautivo el rey Fernando VII y esto provoca

una crisis política y social con serias consecuencias para el reino y sus dominios

ultramarinos. En consecuencia, un vacío de poder se apodera de la metrópoli obligando

a los grupos de influencia a pensar la manera de constituir un gobierno legítimo y al

mismo tiempo luchar contra el invasor. “El rechazo al dominio francés en España

generó una ola de nuevas entidades políticas en 1808, cuando ante la ausencia de un rey

legítimo, distintas juntas locales tomaron las funciones del gobierno en el nombre del

pueblo” 1 . En América siguieron el ejemplo de las juntas españolas y formaron las

propias, reafirmando el rechazo al dominio francés y jurando fidelidad al rey cautivo. A

partir de allí surge el problema de la legitimidad del poder tanto en América como en la

metrópoli, sin embargo, los actores americanos reivindican su accionar basando su

derecho a ejercer el poder en nombre del pueblo, ya que, a falta del monarca, el poder

vuelve de forma inmediata al pueblo soberano; esta figura jurídica es conocida como

retroversión de la soberanía. Entre 1808 y 1809, años cruciales para la futura

emancipación americana, se sucederán varios acontecimientos en el territorio

americano que posibilitarán la conformación de juntas de poder para discutir los

destinos de los pueblos del virreinato. Al mismo tiempo “las mutaciones ideológicas

acompañan la reivindicación, por los americanos, de su desigualdad respecto a los

peninsulares. Lo que antes se fundaba en antiguas leyes y privilegios, va ahora a

fundamentarse progresivamente en el derecho natural y la soberanía de los pueblos” 2.

Por otra parte, en Buenos Aires, capital del virreinato de Río de La Plata desde 1776, la

sociedad sufre un cambio respecto a la militarización de la población, consecuencia de

dos invasiones por parte del Imperio inglés ocurridas en 1806 y 1807 respectivamente.

Los intentos de las fuerzas británicas por apoderarse de los dominios de España,

plantearán una organización militar de la sociedad, en primera instancia como milicias

populares, para pasar a formar un ejército regular similar al de la península. Si bien al

principio los grupos militares dieron cierta libertad a la tropa de elegir a sus superiores,

esto cambió progresivamente hasta 1810. “Las ventajas de la militarización para la élite

criolla se acrecentaron por la posición social de numerosos criollos que estaban fuera de

la élite urbana” 3, esto permitió que se reconfigure la sociabilidad y las alianzas dentro

del territorio en el Río de La Plata. Prueba de ello es la asunción del virrey Liniers,

héroe de La Reconquista de Buenos Aires, quién fue pedido a ocupar el mando por los

propios criollos y españoles. Sin embargo, temiendo una posible desobediencia a la corte, desde España, el monarca envía a suplantarlo por el virrey Cisneros asegurándose así el control y fidelidad del Cabildo de Buenos Aires.

En mayo de 1810 llegaron noticias de una posible pérdida total del control de España en

manos de las tropas francesas y esto provocó un cambio brusco en la política local. “Al

disolverse la Junta Central el virrey Cisneros quedó definitivamente privado de su

fuente de legitimidad, y las dudas iniciales entre los jefes milicianos respecto al rumbo a

tomar ante la crisis terminó inclinando la balanza a favor de la formación de una junta

de gobierno local ” 4 . La Junta estaba integrada por nueve personalidades destacadas de

la política rioplatense, entre ellos Don Cornelio Saavedra como presidente; Mariano

Moreno, Juan José Paso como secretarios; Manuel Belgrano, Juan José Castelli y

Miguel de Azcuénaga como vocales; entre otras figuras destacadas. La conformación de

esta Primera Junta fue un hecho revolucionario y constituyó las bases para la

independencia de la región respecto de la península. La autoridad de la Junta emanaba

del principio de retroversión de la soberanía, antes expuesto, y basaba su legitimidad en

la elección por parte del pueblo, desconociendo a las autoridades españolas tanto locales

como de la metrópoli. Como consecuencia el Consejo de Regencia cataloga a la Junta y

sus integrantes como insurgentes, poniendo en tensión al poder Real en la región. Aún

así la conformación de la Junta no rompe sus lazos con la metrópoli y prueba de ello es

la facultad de acción del Cabildo. En este contexto se asumirá una relación ambigua

entre el poder jurídico atribuido al Cabildo por derecho virreinal y a la Junta de

Gobierno quién se dice representante inmediata del pueblo. Para extender su autoridad

la Junta de Gobierno enviará emisarios a otras provincias del virreinato informando las

nuevas directrices del poder local. Algunas son expediciones militares que sofocarán

cualquier tipo de disenso al nuevo Gobierno. Se invitará también a que las provincias

envíen diputados en representación para conformar el nuevo mando de la región.

Algunas provincias aceptarán pertenecer a la nueva administración y otras como

Paraguay o Santa Fe opondrán una resistencia armada lo cual traerá consigo futuros

conflictos para la naciente nación.

 

A modo de resumen final, la creación de la Junta de Gobierno de Buenos Aires, estuvo

desde un principio enmarcada en un contexto de conflicto tanto local como

internacional. Desde su creación como capital del virreinato Buenos Aires marcó un

papel destacado en el poder real, ya sea por su posición estratégica o por su importancia

como centro de comercio. Las invasiones que Napoleón ejecutó en el continente

europeo y la sucesiva captura del rey Fernando VII permitieron que en Buenos Aires se

despierte la posibilidad de un Gobierno propio. Como consecuencia de las invasiones

inglesas la militarización de la ciudad ayudó a que se descubra un poder antes no sabido

por los locales. Eso reforzó a una élite con ganas de expandirse tanto comercial como

políticamente y la crisis del imperio español contribuyó a la gesta revolucionaria de

1810.

 

Referencias:

1 McFarlane, A., “El contexto internacional de las independencias hispanoamericanas”, en Pilar González Bernaldo

de Quirós (dir.), Independencias iberoamericanas, Buenos Aires, FCE, 2015, pág. 111.

2 Guerra, F.X., Modernidad e independencias, Madrid, Mapfre, 1992. Introducción y cap. IV, pág. 145.

3 Halperín, Donghi, T., "Militarización revolucionaria en Buenos Aires, 1806-1815", en El ocaso del orden colonial

en Hispanoamérica, Buenos Aires, Ed. Sudamericana, 1978. Pág. 131.

4 Goldman, N., “Buenos Aires, 1810: la “revolución”, el dilema de la legitimidad y de las representaciones de la

soberanía del pueblo”, en Dossier: “Independencias Americanas”, Historia y Política (Madrid), N° 24, 2010, pág. 51

 

Bibliografía

*Guerra, F.X., Modernidad e independencias, Madrid, Mapfre, 1992.

*McFarlane, A., “El contexto internacional de las independencias hispanoamericanas”, en Pilar González Bernaldo de Quirós (dir.), Independencias iberoamericanas, Buenos Aires, FCE, 2015.

*Halperín, Donghi, T., “Militarización revolucionaria en Buenos Aires, 1806-1815””, en El ocaso del orden colonial en Hispanoamérica, Buenos Aires, Ed. Sudamericana, 1978.

*Goldman, N., “Buenos Aires, 1810: la “revolución”, el dilema de la legitimidad y de las

representaciones de la soberanía del pueblo”, en Dossier: “Independencias Americanas”,

Historia y Política (Madrid), N° 24, 2010.

(*) historiador de la Universidad de Buenos Aires. Periodista y escritor especializado en historia social.