Presidente municipal
de Concepción del Uruguay
Ochenta años han pasado desde aquella mañana en que Concepción del Uruguay fue despertada por un grito nuevo, cual si fuera el llanto de un niño al nacer, generador de alegría porque llega a la vida. Y la aparición de un diario es una vida que se incorpora a la sociedad en la que ha surgido.
Será entonces, y para siempre, testigo y comunicador del pulso de una comunidad. Será a partir de entonces no solo el relator de la historia de cada día, será también el irrefutable documento en el que los investigadores dirimirán y discutirán en cualquier tiempo y lugar, la razón o sin razón de lo acontecido.
Un diario es la vida misma: está lleno de inquietud, de ansiedades, de sufrimiento y de fe; pero además es una permanente esperanza; y como una travesura del destino LA CALLE llega a sus ochenta años en un momento crítico de la actividad gráfica, donde sobresale la ausencia de certezas y cada paso es un desafío.
Podemos hoy con no poca nostalgia decir que extrañamos ese contacto matutino que era nuestra primera fuente de información. Para los uruguayenses, LA CALLE –al igual que cualquier otro medio periodístico local – es un elemento que valoramos, porque nos permite conocer y ver la realidad en su diversidad.
Recordamos con satisfacción que en el año 2019 pudimos recuperar e incorporar a la hemeroteca del Museo “Delio Panizza”, una parte muy importante del archivo del diario LA CALLE.
Días atrás nos enteramos de las decisiones adoptadas para preservar la vida de esta institución que es LA CALLE; deseamos que este paso que han dado varios periódicos de nuestra provincia, alcance el resultado esperado, porque se lo hecho con la expectativa y el compromiso de mantener un nivel de calidad que confirme la cercanía y pertenencia que la ciudad y el diario mantenían y que les permita alcanzar en unidad el objetivo de seguir sirviendo a la comunidad a cuya cultura e historia han contribuido.
Llegue al valioso capital humano que ha formado parte del octogenario matutino, en su redacción, talleres y administración y a los que hoy afrontan el desafío impuesto por el avance tecnológico desde esos lugares, el deseo que el esfuerzo colectivo colme sus expectativas.
