Boric destacó que existe «una complicidad» con Alberto Fernández y que comparten una visión del mundo.
El presidente Alberto Fernández junto a su par chileno, Gabriel Boric, mantuvieron este lunes una reunión privada donde suscribieron acuerdos bilaterales y emitieron una declaración conjunta en la que destacaron que la relación bilateral «constituye una política de Estado sustentada por el compromiso de profundizar el camino del diálogo político» y por «la firme decisión de resolver toda diferencia en el marco de los mecanismos del derecho internacional».
La visita de Estado que el mandatario chileno comenzó este domingo, y que concluirá hoy, tuvo durante la mañana y el mediodía su capítulo central en la Casa Rosada. «Chile y Argentina no tienen una cordillera que los divide, sino que los une, y eso debemos atenderlo de una vez y para siempre», enfatizó Fernández, mientras Boric había iniciado su discurso subrayando el interés por «profundizar la relación» con el «pueblo hermano» de la Argentina en una construcción que, exhortó, «tiene que ir más allá de las preferencias de los presidentes».
Posteriormente, mientras Fernández hizo hincapié en los «muchos puntos de contacto» y de «mirada» para enfrentar la realidad que lo unen con Boric, su par chileno pidió concentrarse en los «puntos en común» y apartarse de las «diferencias» que «hacen pensar» que se está «ante un abismo».
Como parte de esas coincidencias, Fernández y Boric mostraron sintonía en la necesidad de construir sociedades más justas y, en ese punto, fue el mandatario argentino quien reiteró que «no tiene sentido que el mundo crezca si no hay desarrollo, porque ese desarrollo tiene que llegar a todos».