Una ONG local denuncia que se está produciendo un daño a esa rica zona costera.
La agrupación Mil Árboles para Concepción se ha hecho eco de la preocupación de algunos vecinos/as, ante el visible desmonte y ocupación de terrenos a la vera del río Uruguay en la zona que va desde el balneario Banco Pelay hasta La Toma. La asociación se suma a la inquietud ciudadana que advierte sobre una discrecional delimitación de esos terrenos, que, en su mayoría, son alambrados y coronados con una cartelería que indica “propiedad privada“.
«Estos espacios de tierra son ocupados por personas que quitan los arbustos, las enredaderas y hierbas, sin tener en cuenta que la principal función de esas especies es la protección de la costa contra la erosión», expresaron desde la organización no gubernamental (ONG). «La afectación que pueden ocasionar sobre el entorno natural las actividades residenciales, que se llevan a cabo, merece ser revisada por las autoridades competentes», señalaron. Y «de la misma manera que se ha tomado intervención, desde el Municipio, en relación a la recuperación del monte nativo afectado en Paso Vera, es necesario que se realice la gestión pertinente en la zona antes mencionada», manifestaron desde la asociación vecinal.
«Ayer, Día Mundial de los Humedales, fue una excelente oportunidad para recordar que aún no existe en Argentina una normativa que reglamente y presupueste su protección. Urge la sanción de una ley que establezca el uso racional y sostenible de los humedales, un bien nuestro y de toda la humanidad», concluyeron los integrantes de Mil Árboles.
De Greenpeace
A su vez, la organización ambientalista Greenpeace advirtió sobre las amenazas que estos ecosistemas enfrentan por parte de las industrias agropecuaria e inmobiliaria, principalmente. Entre muchas funciones, mitigan los efectos del cambio climático, al capturar el dióxido de carbono de la atmósfera. Entre 1970 y 2015, la extensión de los humedales en el mundo disminuyó un 35%, tres veces más que los bosques en el mismo período. El 21% del territorio del país está compuesto de humedales. Sin embargo, no cuentan con protección legal. Greenpeace reclama por una ley de humedales, que incluya una moratoria y la figura de delito penal para que quienes destruyen estos ecosistemas.
