A partir de un control de la Aduana sobre un medio de transporte de encomiendas en las inmediaciones de Gualeguaychú se secuestró un aparato rejuvenecedor vaginal de origen chino, que no contaba con la intervención previa de la ANMAT.
Desde Aduana recordaron que “las intervenciones previas de terceros organismos son requisito imprescindible para la importación de determinados tipos de mercaderías a la Argentina”. En efecto, el personal del organismo que conduce Guillermo Michel constató que el rejuvenecedor vaginal en cuestión carecía del aval de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), que certifica que el uso de productos de esta clase sea seguro.
En ese marco, los agentes especializados de la Dirección General de Aduanas-AFIP procedieron al secuestro del aparato médico cuyo uso, de otra manera, podría haber generado reacciones adversas.
Desde el organismo destacaron que este accionar “no sólo apunta a vigilar la transparencia del comercio internacional en pos de preservar el trabajo y empleo argentinos, sino que también contribuye al cuidado de la salud de la población de nuestro país”.
¿Qué es un rejuvenecedor vaginal?
El tratamiento consiste en la aplicación de un láser ginecológico que emite un haz de energía térmica. Aquel se aplica sobre toda la superficie de la vagina para favorecer el riego sanguíneo y aumentar tanto la producción de nuevo colágeno como el grosor de la pared vaginal. Asimismo, contribuye a generar cambios cosméticos en el exterior del órgano.
Cuando la aparatología es importada legalmente, con las correspondientes intervenciones, dicho procedimiento puede ser una solución efectiva que se realiza de forma ambulatoria, en consulta y sin ingreso hospitalario. Alivia, reduce o acaba con síntomas relacionados con la falta de estrógeno, como la sequedad, la picazón, el ardor y las molestias al momento de orinar o tener relaciones sexuales.
Fuente: APF