El Gobierno ha confirmado la aplicación del aumento correspondiente al primer semestre de 2023 del impuesto a los combustibles líquidos, que había estado frenado durante un tiempo. Según lo establecido en el Decreto 107/2024 del 1 de febrero, se procederá a la actualización del Impuesto al Combustible Líquido (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), los cuales no habían sido actualizados desde mediados del mandato de Alberto Fernández.
Este aumento, que se espera que entre en vigencia a partir del 1° de marzo, no depende de las petroleras, ya que estas aplicarán directamente el incremento sobre el precio final de los combustibles. Se estima que este ajuste provocará un aumento en el precio del litro de nafta y diésel, situándose entre un 3% y un 4%.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) ha calculado que, con el incremento del impuesto de monto fijo de $33, el tributo pasará de $65 por litro a $98, lo que representa un aumento del 50%. Se proyecta que si este incremento se traslada completamente al precio de la nafta, podría observarse un aumento del 4,4% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y del 3,8% en la ciudad de Córdoba.
Es importante destacar que aún no se descarta la posibilidad de que las petroleras apliquen algún aumento adicional por costos, lo cual podría tener un impacto adicional en el precio final de los combustibles. Sin embargo, hasta el momento, ninguna de las petroleras consultadas ha hecho declaraciones al respecto.
De acuerdo con el calendario establecido en el Decreto 107/2024, en abril se aplicará el descongelamiento y aumento correspondiente al tercer trimestre del año 2023, mientras que a partir del 1° de mayo se verá reflejado el aumento del cuarto trimestre del mismo año.
A partir de entonces, se procederá a la actualización de los dos primeros trimestres de 2024 hasta poner al día el impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, aunque aún no se han confirmado las fechas exactas en que estos aumentos tendrán lugar.
