Se cumplieron tres décadas del fallecimiento de Martín Karadagián, el humilde porteño de ascendencia armenia que a fuerza de imaginación e inventiva trascendió para siempre en la cultura popular argentina como el creador y protagonista de Titanes en el ring, el primer show televisivo y cinematográfico de lucha libre del país que se convirtió en su legado y en un éxito comercial hasta entonces sin precedentes.
Una variopinta y excéntrica compañía de personajes, mucho histrionismo arriba del cuadrilátero, estadios colmados por niños y adultos, juguetes, golosinas, figuritas y hasta álbumes musicales: su nombre es el sello de un fenómeno que gozó de 26 años de aire desde que se emitió, por primera vez, en 1962 por Canal 9 y que, luego de algunos intentos fallidos por reflotarlo, regresó con un formato actual que promete no abandonar su esencia.









