Roberto Sánchez, más conocido por su apodo de El Gitano, tuvo una voz envidiable, un carisma único y un talento inigualable. Desde su Valentín Alsina natal, trascendió las fronteras de la Argentina y fue reconocido en todo el continente.
“Con ustedes… Los Caniches de Oklahoma”. La voz del presentador se escuchaba fuerte, la gente estaba expectante, las luces se prendían de a poco y comenzaba el show del grupo que se formó en 1960 y que tenía en sus filas a Sandro, quien a poco de haber cumplido los 15 ya empezaba a mostrar su talento arriba de los escenarios. Y que se fue hace once años. Roberto Sánchez había nacido el 19 de agosto de 1945 en la Maternidad Sardá. Hijo único de Vicente Sánchez e Irma Nydia Ocampo, se crió en Valentín Alsina, lugar donde pasó su niñez y adolescencia. Sus orígenes humildes le forjaron una personalidad especial y lo hicieron el hombre que fue después: un luchador empedernido. Con Los Caniches grabó un primer sencillo: llamado Comiendo rosquitas calientes en el Puente Alsina. Luego el conjunto cambiaría su nombre y pasaría a llamarse Sandro y Los de Fuego, ya con El Gitano como líder. La banda se destacó por las vestimentas de sus miembros y los llamativos movimientos que hacía Roberto, claramente inspirados en Elvis Presley. Sin embargo, al poco tiempo, el argentino logró alcanzar una identidad personal que lo convertiría en una de las voces latinas más conocidas de todos los tiempos. Si bien a fines de los 60 empezó a dejar el rock and roll para inclinarse por la balada romántica, derivada del bolero, no desaprovechó las oportunidades que tuvo para “despuntar el vicio” y volver al género o, al menos, grabar con músicos de ese movimiento. Así fue como, por ejemplo, acompañó a León Gieco en la canción Mi amigo, incluida en el disco Semillas del Corazón, editado por el santafesino en 1988. Si bien la pieza no podría considerarse ‘rockera’, su vínculo con un artista lo pondría a hacer algo distinto a lo que venía realizando. En 1991, participó en Tango 4, el álbum realizado por Charly García y Pedro Aznar. En 1996, El Gitano hizo dupla con Raúl Porchetto en la exitosa Bailando en la vereda, una pieza cuya versión a dúo fue incluida en el disco Fuera de juego. Allí el hombre de Valentín Alsina volvió a disfrutar de grabar un rock. Sin embargo, su vínculo con el género tuvo su broche de oro en 1999 cuando se editó Tributo a Sandro, un álbum que juntó canciones de Roberto interpretadas por Divididos, Los Fabulosos Cadillacs, Caballeros de la Quema, Bersuit Vergarabat, Attaque 77, León Gieco y Virus, entre otros.