La actriz y cantante francesa Brigitte Bardot, icono sexual mundial, símbolo de la emancipación femenina y luego activista por los derechos de los animales, falleció a los 91 años, según informó la Fundación que lleva su nombre.
La Fundación Brigitte Bardot anunció «con inmensa tristeza» el fallecimiento de su fundadora y presidenta, «actriz y cantante mundialmente reconocida, que decidió abandonar su prestigiosa carrera para dedicar su vida y su energía a la defensa de los animales». No se precisó la fecha ni el lugar del deceso.
Bardot, conocida como «BB», nació en París el 28 de septiembre de 1934 en una familia burguesa. Comenzó como modelo, llegando a la portada de la revista Elle, antes de ser descubierta por el director Roger Vadim, con quien se casó en 1952. Su papel en «Y Dios creó a la mujer» (1956), dirigida por Vadim, la catapultó al estrellato internacional, instalándola como un símbolo sexual y de liberación en la Francia conservadora de la posguerra.
A lo largo de una carrera que abandonó en 1973 a los 38 años, protagonizó cerca de 50 películas. Entre sus papeles más emblemáticos se encuentran «La Verdad» (1960) de Henri-Georges Clouzot, considerada por ella su obra cumbre; «El Desprecio» (1963) de Jean-Luc Godard, un ícono de la Nouvelle Vague; y «¡Viva María!» (1965) junto a Jeanne Moreau, dirigida por Louis Malle.
Vida personal y activismo
Su vida personal fue intensa y mediática. Estuvo casada cuatro veces: con Roger Vadim (1952-1957), el actor Jacques Charrier (1959-1963, con quien tuvo a su único hijo, Nicolas), el millonario alemán Gunther Sachs (1966-1969) y, desde 1992, con el político de ultraderecha Bernard d’Ormale. Se le atribuyeron numerosos romances con figuras como los actores Jean-Louis Trintignant y Warren Beatty, y el cantante Serge Gainsbourg. Sobrevivió a varios intentos de suicidio documentados.
Tras retirarse del cine, dedicó su vida al activismo por los derechos de los animales, fundando en 1986 la Fundación Brigitte Bardot. En sus últimos años, generó controversia por sus declaraciones políticas, a menudo vinculadas a la extrema derecha francesa, sobre inmigración e islam, por las que fue multada en varias ocasiones por incitación al odio racial. En 1985 rechazó la Legión de Honor de Francia.
Su legado perdura como el de una de las figuras francesas más icónicas del siglo XX, que encarnó la rebeldía sexual y luego transformó su fama en una cruzada por la defensa animal.
