Alertan que el Programa UNER Cannabis vence en diciembre y frena nuevas investigaciones

Por: Matías Dalmazzo

El bioquímico y docente universitario Justo Satto Salvarezza advirtió en Concepción del Uruguay que el Programa UNER Cannabis, creado en 2022 y vigente por tres años, llegará a su fin en diciembre de 2025 sin que la Universidad haya confirmado su continuidad. El referente participó el 15 de noviembre en la Jornada de Consulta y Educación sobre el Cannabis y señaló que la incertidumbre institucional ya afecta a los equipos de investigación que trabajan en la temática.



Satto Salvarezza cuestionó que la falta de definiciones sobre la renovación del programa se convirtió en el principal obstáculo para impulsar nuevas líneas científicas. Explicó que la vigencia acotada del dispositivo impide planificar proyectos de largo plazo, tanto para quienes investigan dentro de la universidad como para los equipos que buscan iniciar estudios vinculados al uso terapéutico de la planta. Sostuvo que el ámbito académico necesita una decisión urgente para no perder el trabajo construido durante los últimos años.

El docente recordó que el programa nació para promover investigación, análisis de derivados y acompañamiento a pacientes, pero señaló que la ausencia de un anuncio oficial dejó a los equipos “en un punto muerto”. Indicó que los grupos de trabajo ya identificaron áreas donde podrían avanzar, pero aclaró que la falta de una política de continuidad frenó cualquier proyección concreta. Aseguró que la incertidumbre complicó incluso los esfuerzos administrativos, porque ningún proyecto puede avanzar sin un marco institucional definido.

El especialista detalló que la Universidad todavía no envió señales que permitan interpretar qué ocurrirá después de diciembre. Señaló que ese silencio repercute en becarios, profesionales y estudiantes que esperan certezas para continuar con sus investigaciones. Afirmó que las trabas burocráticas se profundizan cuando no existe un programa que respalde los procesos formales y administrativos vinculados a nuevas líneas de estudio.

El bioquímico también repasó su participación en la jornada del 15 de noviembre, donde expuso junto a profesionales del ámbito legal, médico y técnico. Destacó el crecimiento de la comunidad cannábica local, pero remarcó que aún persiste una fuerte falta de información oficial. Indicó que la actividad dejó en evidencia que los usuarios, los cultivadores y los profesionales avanzaron en conocimientos, aunque siguen chocando con vacíos normativos que impiden consolidar un dispositivo público de atención sólida.

Satto Salvarezza informó que el equipo trabaja en la realización de videos con testimonios de pacientes y familias que utilizan cannabis para tratamientos paliativos. Comentó que recopilan relatos de personas con cáncer, padres de niños con autismo y usuarios que encuentran alivio en derivados analizados en laboratorio. Señaló que buscan difundir ese material a través de un canal de YouTube para sensibilizar a la comunidad y aportar información seria basada en experiencias reales.

El investigador valoró que estos testimonios permiten visibilizar la diversidad de usos terapéuticos, pero insistió en que el paso más importante será convertir esas vivencias en evidencia científica. Consideró que sistematizar los relatos, estudiarlos y transformarlos en datos verificables permitiría consolidar un futuro dispositivo de atención pública que responda a la demanda creciente de usuarios.

El referente planteó que la continuidad anual de las jornadas sería una oportunidad para sumar aportes científicos más contundentes. Afirmó que el desafío es fortalecer un modelo que articule comunidad, profesionales y equipos universitarios, pero recalcó que nada de eso será posible sin la renovación del Programa UNER Cannabis. Concluyó que la decisión institucional determinará si la Universidad logra sostener el camino iniciado o si las investigaciones quedarán interrumpidas por falta de respaldo formal.