Evento antivacunas en el Congreso: la diputada del PRO que llevó pseudociencia y escándalo a Diputados

La diputada del PRO Marilú Quiróz realizó un encuentro antivacunas en el Congreso Nacional con autorización del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, donde se difundieron datos falsos, teorías conspirativas y se realizó un «experimento» con imanes, pese a las advertencias sobre el riesgo sanitario.

El evento, anunciado bajo la consigna «¿Qué contienen realmente las vacunas COVID-19?», se desarrolló en el Anexo A del Congreso y contó con la participación de la médica Chinda Brandolino, conocida por difundir teorías falsas sobre vacunas y salud pública. Durante el encuentro, varios expositores afirmaron sin sustento científico que las vacunas contra el COVID-19 causaron más enfermedades de las que evitaron, advirtieron sobre un supuesto «control poblacional» y mencionaron «material genético alterado».



El momento más controvertido ocurrió cuando un asistente se levantó frente al público, se quitó parte de la ropa y comenzó a pegarse imanes en la piel, afirmando que esto demostraba que las vacunas «magnetizan» el cuerpo. La escena generó risas incómodas, grabaciones con celulares y un murmullo general que interrumpió la exposición anticipadamente.

Previamente al evento, diputados de varios bloques habían solicitado a Menem la cancelación de la actividad, argumentando que el Congreso no debe habilitar espacios que promuevan desinformación, especialmente en un contexto donde la vacunación infantil en Argentina se encuentra en su mínimo histórico. Según datos oficiales, el refuerzo contra la poliomielitis cayó por debajo del 50% y la cobertura de la triple viral alcanzó niveles alarmantes.

La situación sanitaria actual refleja la gravedad del problema: este año murieron siete niños por tos convulsa, ninguno de los cuales tenía el esquema de vacunación completo ni hubo inmunización durante el embarazo. Mientras Quiróz defendía la «libertad» frente a la vacunación obligatoria, las cifras epidemiológicas muestran las consecuencias de la baja cobertura vacunal.

El evento se desarrolló sin presentación de referencias verificables ni estudios científicos probados, predominando frases destinadas a generar temor, teorías conspirativas y anécdotas extraídas de redes sociales, en un contexto donde especialistas, sociedades médicas y colegas legislativos habían advertido sobre el riesgo sanitario y el impacto en la confianza pública.