El gobierno del presidente Donald Trump ha implementado un giro radical en la política exterior estadounidense hacia América Latina, combinando acciones militares, sanciones económicas y rescates financieros para afirmar el dominio regional, en un enfoque que analistas han denominado «doctrina Donroe».
La nueva estrategia representa una ruptura con décadas de política exterior tradicional hacia el hemisferio occidental, que durante la Guerra Fría se centró en la defensa del capitalismo y en décadas más recientes promovió la democracia y el libre comercio. El enfoque actual, descrito como puramente pragmático, busca responder a la pregunta fundamental: «¿Qué gana Estados Unidos?»
Mauricio Claver-Carone, enviado especial de Trump para América Latina hasta junio y actual asesor de la Casa Blanca, explicó la visión del presidente: «Cree que este es el barrio en el que vivimos. Y no puedes ser la potencia global preeminente si no eres la potencia regional preeminente».
El gobierno ha desplegado un conjunto de instrumentos de presión y cooperación que incluyen el despliegue del portaaviones más grande del mundo en el Caribe, bombardeos a embarcaciones sospechosas de narcotráfico, aranceles punitivos, sanciones económicas severas y rescates financieros a países aliados.
Recompensas y castigos
La estrategia se basa en un sistema de recompensas para gobiernos alineados y castigos para quienes se resisten. Argentina recibió un rescate de 20.000 millones de dólares después de que su presidente, Javier Milei, hiciera campaña con el lema «Hacer a la Argentina grande nuevamente» y cuestionara la derrota electoral de Trump en 2020. Tras las elecciones intermedias donde el partido de Milei obtuvo una victoria significativa, Trump declaró: «Estamos consiguiendo un gran control sobre Sudamérica».
El Salvador, bajo el presidente Nayib Bukele, obtuvo la retirada de las advertencias de viaje estadounidenses después de aceptar recibir más de 200 deportados venezolanos en sus prisiones de máxima seguridad. Bukele también consiguió la repatriación de líderes de la MS-13 que estaban bajo custodia estadounidense.
Por el contrario, los gobiernos que se han mostrado críticos con la administración Trump han enfrentado consecuencias. Colombia, cuyo presidente Gustavo Petro ha sido uno de los críticos más destacados, sufrió la suspensión de ayuda estadounidense, ataques a embarcaciones y sanciones personales contra su presidente acusado de narcotráfico.
Presencia militar renovada
El ejército estadounidense ha incrementado su presencia en el hemisferio a niveles no vistos en décadas, con más de 15.000 soldados desplegados. Desde septiembre, se han realizado 21 ataques contra lanchas rápidas supuestamente vinculadas al narcotráfico, resultando en 83 muertes, aunque las autoridades estadounidenses no han presentado pruebas públicas sobre el transporte de drogas.
La Marina trasladó recientemente su portaaviones más grande a posición de ataque frente a Venezuela, cuyo líder Nicolás Maduro ha sido declarado fugitivo con una recompensa de 50 millones de dólares por su captura. Trump ha estado considerando opciones militares que incluyen ataques terrestres y el uso de fuerzas de Operaciones Especiales.
Contexto histórico y competencia con China
La llamada «doctrina Donroe» representa una actualización trumpiana de la Doctrina Monroe de 1823, que buscaba impedir la influencia europea en el hemisferio. En la actualidad, la competencia principal proviene de China, que ha acumulado significativo poder político y económico en América Latina durante las últimas décadas.
Algunos analistas creen que Trump busca dividir el mundo con China y Rusia en esferas de influencia. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, reflejó esta postura al escribir: «El hemisferio occidental es el vecindario de Estados Unidos, y lo protegeremos».
Límites y desafíos
La estrategia ha encontrado límites significativos, particularmente con Brasil. Después de imponer sanciones y aranceles del 50% para presionar por la liberación del expresidente Jair Bolsonaro, aliado de Trump, el gobierno brasileño condenó a Bolsonaro a 27 años de prisión por intento de golpe de Estado. Trump posteriormente cambió su postura, se reunió con el presidente Lula da Silva y ambas naciones negocian ahora el fin de los aranceles.
México y Canadá, como principales socios comerciales de Estados Unidos, han mantenido su influencia, cumpliendo selectivamente con las demandas de Trump mientras mantienen posiciones independientes en otros aspectos.
Las profundas divisiones generadas por esta política llevaron a la cancelación de la Cumbre de las Américas este mes, por primera vez en sus 31 años de historia, con organizadores citando «profundas divisiones que actualmente obstaculizan el diálogo productivo».










