Tras una reunión encabezada por Mauricio Macri, la diputada ratificó el acompañamiento al Gobierno en la reforma laboral pero aclaró que la designación de Diego Santilli como ministro fue «una decisión personal».
La diputada nacional María Eugenia Vidal confirmó que el PRO mantendrá su bloque independiente en la Cámara baja a partir del 10 de diciembre y no conformará un interbloque con La Libertad Avanza, tras una reunión partidaria encabezada por Mauricio Macri. La dirigente también ratificó el acompañamiento al Gobierno en la reforma laboral pero delimitó responsabilidades respecto a la designación de Diego Santilli como ministro del Interior.
«Nosotros, en el Congreso, a partir del 10 de diciembre, tanto en el Senado como en Diputados, vamos a tener un bloque propio, un bloque independiente como lo tuvimos los últimos dos años, que represente las ideas y los valores del PRO», afirmó Vidal al ser consultada sobre la posibilidad de un interbloque con el partido del presidente Javier Milei.
Sobre la designación de Santilli en el Gabinete nacional, la diputada fue clara en marcar los límites: «Él se ha definido dentro del PRO, pero también hay que aclarar, y vale la pena decirlo, que su decisión de ser ministro del Interior [fue] a título personal. El PRO es un partido independiente, autónomo, que, por supuesto, siempre, como lo dijo Mauricio, va a hacer lo correcto sobre lo conveniente».
Vidal enfatizó la prioridad del espacio en apoyar las transformaciones del país por sobre las especulaciones electorales: «Nosotros lo que pensamos es cómo apoyar y cómo garantizar que se transforme nuestro país cada día. Eso es lo que desvela Mauricio, lo que nos desvela nosotros como dirigentes, más allá de las especulaciones electorales».
Consultada sobre la posibilidad de que el PRO lleve candidato presidencial en 2027, la diputada respondió: «Faltan dos años para la elección. Mauricio ha dicho que vamos a tener candidato a presidente, y seguramente lo tendremos, pero lo más importante es que haya un equipo».
La postura del PRO marca así una línea de apoyo condicionado al Gobierno de Milei, manteniendo su autonomía como espacio político y delimitando responsabilidades respecto a la participación de sus miembros en el Ejecutivo nacional.










