El documental «LS83», dirigido por Herman Szwarcbart y con la voz del escritor Martín Kohan, se estrena este domingo en el MALBA mostrando por primera vez un archivo recuperado de 12.000 películas del noticiero de Canal 9 entre 1973 y 1980, explorando cómo la vida cotidiana durante la última dictadura militar quedó marcada en la memoria colectiva.
La película, ganadora del Gran Premio Ciudad de Buenos Aires a la mejor película argentina en el último BAFICI y seleccionada para la Competencia Iberoamericana del Festival Internacional de Viña del Mar, fue elaborada a partir de material fílmico inédito que permaneció abandonado en el sótano del viejo Canal 9 de la calle Gelly 3378 hasta que el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken lo rescató. Las latas contenían notas en crudo, sin editar, muchas de las cuales nunca habían salido al aire, correspondientes al período en que el canal estuvo en manos del Estado.
El film de 83 minutos combina estas imágenes -que incluyen desde actos oficiales con miembros de las juntas militares hasta escenas de vida cotidiana como el inicio de clases, festejos del día de la primavera o la bulliciosa calle Lavalle- con la voz de Kohan leyendo fragmentos de su libro «Me acuerdo». La relación entre imagen y texto no es literal: algunas veces sincronizan, otras impactan entre sí o transitan caminos separados, generando en el espectador una reflexión sobre cómo se naturalizó la vida durante el período más oscuro de la historia argentina reciente.
Szwarcbart descubrió el material accidentalmente mientras investigaba para su anterior documental «Fuimos felices». El director relata que en el Museo del Cine se encontró con «latas en 16 mm apiladas que tenían etiquetas escritas a mano con los nombres de Videla, Massera, Viola, Bignone y Galtieri». El proceso de restauración comenzó en 2019, requiriendo la revisión rollo por rollo del extenso archivo.
El guion, desarrollado junto con Fernando Krapp, optó por prescindir de especialistas y en su lugar generar un diálogo entre las imágenes de archivo y los recuerdos de Kohan, con quien Szwarcbart comparte generación y origen en familias judías de clase media de Buenos Aires. El escritor grabó especialmente para la película los textos de su libro, reordenados para crear una nueva cadencia narrativa.
Entre los momentos más conmovedores del film, el director destaca la aparición sorpresiva de Videla bajando de un auto en completo silencio -que genera un contraste abrupto con el clima anterior de recuerdos escolares- y las imágenes finales de la Costanera en un día ventoso, con hamacas moviéndose solas, que pertenecen a una de las primeras latas que Szwarcbart revisó.
La película aborda conceptos como el «Niño Mierda» tomado de la obra de Lux Lindner -ese niño que mientras miraba programas infantiles no sabía que estaban torturando personas- y explora las «marcas espectrales» que dejó la dictadura incluso en quienes no la sufrieron directamente, reflexionando sobre cómo una infancia puede quedar marcada por los silencios y las escenas de una época oscura.










