Los trabajadores del Hospital Garrahan celebraron como un «triunfo gigante» el aumento del 61% en sus sueldos básicos, retroactivo a octubre, que atribuyen a la movilización social y sindical, mientras el gobierno nacional destacó que fue posible «gracias al equilibrio financiero y al uso responsable de los recursos».
La Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) y la seccional de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) del hospital pediátrico coincidieron en caracterizar el incremento salarial como el resultado de una extensa movilización que incluyó a familiares de pacientes, representantes académicos, asociaciones civiles y un amplio apoyo popular. Norma Lezana, Secretaria General de APyT, afirmó que la mejora «es, aunque no se formalice de esa manera, la aplicación de la Ley de Emergencia en Pediatría», refiriéndose a la ley que el mes pasado el Senado dejó sin efecto el veto presidencial con 9 votos afirmativos, 7 negativos y 3 abstenciones.
Lezana definió el logro como «un reconocimiento al movimiento social que logramos construir, junto a familiares, organizaciones sociales, de salud, de derechos humanos, y un pueblo que en definitiva defendió junto a nosotros, como equipo de salud, el hospital pediátrico que es patrimonio de todo nuestro pueblo y un orgullo nacional». La dirigente sindical destacó que durante el conflicto «derrotamos campañas de desinformación, fake news, intentos de amedrentamiento, insensibilidad durante meses y meses pero finalmente la justicia se termina materializando gracias a todo el esfuerzo que hicimos colectivamente».
Desde ATE, en su gacetilla oficial, señalaron que «el gobierno empieza a aplicar parcialmente la ley votada en el Congreso» sin reconocerlo explícitamente, calificando el desenlace como «un extraordinario triunfo de la lucha del Garrahan, que conmovió a la Argentina durante meses». El comunicado gremial enfatizó que «nadie nos regaló nada: lo arrancamos organizados, peleando, con los métodos propios de nuestra clase trabajadora, unida sin distinción de tarea o sector».
En contraste, el ministro de Salud Mario Lugones argumentó en su cuenta de X que el aumento se dio «gracias al equilibrio financiero y al uso responsable de los recursos», criticando a los gremios que «hacían paros políticos y generaban desorden», y concluyendo que «el esfuerzo vale la pena». Por su parte, la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) coincidió con esta visión, señalando que la recomposición salarial fue el fruto de «un diálogo constante a partir de la reasignación de partidas presupuestarias por parte del Gobierno nacional al hospital, que permiten atender al reclamo».
Los sindicatos destacaron la estrategia de lucha que incluyó asambleas generales, paros, movilizaciones, festivales y numerosas acciones de visibilización que fueron «acompañados por un apoyo popular sin precedentes». Gerardo Oroz, delegado de ATE en el Hospital Garrahan, apuntó contra la CGT acusándola de desmovilizar «sistemáticamente a los trabajadores, permitiendo que avance el ajuste de Milei», y advirtió que se preparan «para la lucha por las condiciones de trabajo, que están mal y buscan empeorar mediante la reforma laboral».
Pese a la celebración por el aumento salarial, los delegados gremiales mantienen sus reclamos por la anulación de los descuentos salariales relacionados con las jornadas de paro y la cancelación de cualquier acción judicial iniciada contra representantes sindicales, señalando que el conflicto ha dejado como saldo una mayor organización y unidad entre los trabajadores del nosocomio.










