Durante una visita oficial a Asia, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció que competirá nuevamente por la presidencia en las elecciones de octubre de 2026. El mandatario, que cumplirá 80 años la próxima semana, aseguró tener “la misma energía que cuando tenía 30” y expresó su deseo de continuar al frente del país hasta 2030, lo que implicaría gobernar hasta los 85 años.
El anuncio fue realizado en Yakarta, Indonesia, en el marco de una gira oficial que también incluye escalas en Malasia y su participación en la cumbre de la ASEAN. En esta visita, Lula prevé mantener un encuentro con el expresidente estadounidense Donald Trump, con quien dialogó recientemente para solicitar la eliminación de los aranceles del 50% que afectan las exportaciones brasileñas.
“Indonesia y Brasil no quieren una segunda Guerra Fría; queremos libre comercio”, afirmó Lula en una conferencia conjunta con su par indonesio, Prabowo Subianto. Además, el presidente brasileño planteó la posibilidad de fortalecer el intercambio comercial entre ambos países utilizando sus propias monedas, en línea con su política de diversificar alianzas dentro del bloque de los BRICS.
La decisión de Lula de postularse nuevamente despeja dudas sobre su continuidad política, a pesar de las cirugías a las que fue sometido en los últimos años —una operación por una hemorragia cerebral, una prótesis de cadera y la extirpación de un nódulo en la laringe—. El mandatario asegura encontrarse en buena forma física y mantiene altos niveles de popularidad, impulsados en parte por las sanciones comerciales de Trump, que afectaron a Brasil pero fortalecieron su liderazgo interno.
En el plano político, el expresidente Jair Bolsonaro, inhabilitado y bajo arresto domiciliario tras ser condenado a 27 años por conspirar para un golpe de Estado en 2022, no podrá competir en los próximos comicios. Sin embargo, su entorno podría tener influencia en la definición del candidato opositor, entre quienes se mencionan el gobernador de São Paulo, Tarcisio de Freitas, y otros dirigentes de perfil conservador, además de miembros de la familia Bolsonaro.
Lula, fundador del Partido de los Trabajadores y figura emblemática de la izquierda latinoamericana, ya gobernó Brasil entre 2003 y 2011, liderando una etapa de crecimiento económico y reducción de la pobreza. Tras su regreso al poder en 2022, luego de vencer a Bolsonaro por un estrecho margen, el mandatario busca ahora extender su legado político y consolidar su proyecto de integración regional y soberanía económica.










