La actividad económica lleva tres meses consecutivos en caída y la tendencia podría convertirse en una recesión, según se desprende del Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) correspondiente a julio y que dio a conocer el miércoles último el Indec. El organismo informó que en el séptimo mes del año se produjo un descenso del 0,1% con relación a junio.
El resultado implica una contracción que se suma a las que ya se habían experimentado en mayo (-0,2%) y junio (-0,6%). Así, el serrucho del período enero-abril se convirtió en un sendero claramente declinante.
La caída significa también una continuidad del ciclo negativo que dejó evidenciado el informe sobre la evolución del Producto Bruto Interno (PBI) en el segundo trimestre del año. Este último es un relevamiento mucho más amplio, exhaustivo y preciso que el Emae. Entre abril y junio de este año, el PBI mostró una baja del 0,1%.
Una recesión se produce cuando el PBI da resultado negativo por dos trimestres consecutivos. Tal situación podría quedar consagrada si se confirman los pronósticos pesimistas que ya vienen adelantando varias consultoras y estudios privados.
La consultora OJF, de Orlando Ferreres, consideró que en julio “la economía quedó en un nivel apenas 0,3% superior al que tenía en diciembre del año pasado, evidenciando las dificultades que está teniendo para mostrar una expansión en 2025″.
Lo curioso es que el resultado negativo en el mes a mes (la “foto” más actual del estado de la economía, obtenida luego de un proceso de desestacionalización para corregir posibles errores estadísticos) coincide con una mejora del índice de 2,9% interanual, comparando julio de este año con el mismo mes de 2024. La diferencia se explica por la suba experimentada en la segunda mitad del año pasado, cuyo efecto positivo se va diluyendo.
Un sector cuya situación resultó clave para que el indicador arranque con un signo negativo es el de la pesca, que cayó 85,7% con relación al año pasado. Aunque este rubro es de gravitación reducida en el conjunto de la economía, semejante achicamiento redundó en una baja de 0,51% en el indicador.
De todas maneras, la tendencia se verifica también en otros sectores, como la industria manufacturera, que bajó 1,8% interanual, y el sector de la electricidad, gas y agua, que cayó 2%. En cambio, otros sectores, como la actividad de intermediación financiera (+23,2%) y la explotación de minas y canteras (+13,4%), ratificaron su papel de grandes ganadores del modelo.