Es momento de analizar qué se publica en materia de inseguridad

Señor Director:

Escribo como un vecino más, preocupado por la forma en que algunos medios locales están mostrando la inseguridad en nuestra ciudad. Entiendo la necesidad de informar, pero creo que la publicación indiscriminada de videos violentos en redes sociales está generando un efecto muy negativo en nuestra comunidad.8



Vemos robos, agresiones y otros hechos delictivos expuestos sin filtroy con niveles de violencia inusitados para Concepción del Uruguay, buscando el impacto y la reacción fácil en redes sociales. Esto, lejos de alertarnos, nos insensibiliza y nos acostumbra a la violencia, especialmente a los más jóvenes. Digamos que estos videos de alguna manera envalentonan a los violentos, que ven que acá ocurren cosas y que no hay castigo.

Antes, estas cosas las veíamos en la tele, como algo lejano. Ahora, las tenemos en el celular, a cada rato, y eso cambia nuestra percepción de la realidad. Parece que la violencia es algo normal, que pasa todos los días y que no podemos hacer nada para evitarla.

Además, muchos delincuentes ven estos videos y se dan cuenta de que, aunque los filmen, no hay consecuencias reales. Siguen actuando impunemente, porque saben que la justicia es lenta y que la policía no siempre puede estar en todos lados. Ellos saben que si ya pasó una vez determinado hecho delictivo en la ciudad, puede volver a ocurrir.

Creo que es hora de que los medios reflexionen sobre su responsabilidad social y busquen formas más constructivas de informar sobre la inseguridad. No se trata de ocultar la verdad, sino de mostrarla con criterio y sensibilidad, pensando en el bienestar de todos los vecinos de Concepción del Uruguay.

Se puede contar qué está ocurriendo en la ciudad, se puede dar cuenta de hechos violentos, se puede mantener a la población informada y también se debería poder tener un criterio para la publicación. A la violencia y los parámetros de la misma, la podemos construir o “administrar” entre todos. Por ahí si no se conocieran tantos videos explícitos, por ahí no se animarían a tanto.

Atentamente, Ramón Albornoz