Concepción del Uruguay, punto clave para la producción y preservación cinematográfica

La sub-sede del Instituto Autárquico Audiovisual ofrece un espacio para conservar archivos históricos. Además, están en la permanente búsqueda de capacitaciones para nuevos realizadores; con el objetivo de potenciar proyectos locales y regionales.

Por: Matías Dalmazzo



La oficina del Instituto Autárquico Audiovisual en Concepción del Uruguay, funciona como punto estratégico para impulsar la producción audiovisual en la provincia. Allí se articula la Comisión de Filmaciones, se implementan programas como la Temporada de Rescate y el Cine Club Itinerante en Escuelas. El espacio surgió de un convenio entre el presidente del Instituto, Maximiliano Schonfeld, y el intendente José Lauritto, que cedió la oficina para consolidar la presencia institucional en la costa del Uruguay.

La propuesta busca combinar preservación histórica y desarrollo creativo. Durante la Jornada de Temporada de Rescate, vecinos acercaron material de archivo familiar, social y político que ahora se digitaliza para garantizar su conservación. Al mismo tiempo, se proyecta fomentar la formación de nuevos realizadores, con talleres para adolescentes y espacios de encuentro con productores locales y nacionales, además de atraer rodajes de otras provincias y países.

Para conocer más al respecto, la redacción de La Calle dialogó con Mauro Capezzuoli, productor audiovisual y miembro de ARAER (Asociación de Realizadores Audiovisuales de Entre Ríos).

-¿A dónde estamos y qué funciona en este lugar.

-Nos encontramos en la oficina de la sub-sede del Instituto Autárquico Audiovisual de Entre Ríos, en la sede de Concepción del Uruguay. Esta es la oficina que el instituto posee en la costa del Uruguay y, además, aquí funcionará la Comisión de Filmaciones de Entre Ríos.

-¿Qué tipo de trabajos se realizan en este lugar y cómo surgió esta sede?

-Este espacio surge a partir de un convenio firmado entre el presidente del Instituto Autárquico Audiovisual, Maximiliano Schonfeld, y el intendente de Concepción del Uruguay, José Lauritto. Gracias a ese acuerdo, se cedió esta oficina para poder crear la sub-sede del Instituto en la costa del Uruguay. Aquí se instaló parte del equipamiento y, desde entonces, se generan distintas políticas vinculadas al sector audiovisual

Un ejemplo de esas iniciativas fue la Jornada de Temporada de Rescate, que se desarrolló en mayo, apenas se firmó el convenio. Se trata de un programa del Instituto Autárquico Audiovisual junto a la Cinemateca, que se realizó en cinco ciudades, entre ellas Concepción del Uruguay. La propuesta consistió en invitar a vecinos a acercar material audiovisual de archivo —ya sea profesional o casero— para que la Cinemateca lo digitalice y preserve, en especial aquellos registros en fílmico o cinta, que corren riesgo de deterioro.

Otro proyecto importante en marcha, en articulación con la Municipalidad de Concepción del Uruguay, es el Cine Club Itinerante en Escuelas. Si bien en Paraná funciona un Cine Club del Instituto en un espacio físico, aquí lo estamos implementando de manera itinerante: acercamos material audiovisual a las instituciones educativas que lo necesiten para desarrollar contenidos pedagógicos, prestamos proyectores o incluso organizamos funciones en espacios como el microcine del SIC o auditorios locales.

Este trabajo se lleva adelante con el aval de la Departamental de Escuelas, tras una resolución firmada por el intendente, lo que nos habilita a ingresar a los establecimientos y llevar adelante esta propuesta cultural y educativa.

En la jornada de rescate, seguramente se acercó una gran variedad de material ¿Hubo algo que te haya llamado especialmente la atención, no tanto por la calidad técnica, sino por el testimonio, la persona o la situación que mostraba?

-Sí, sin dudas. Primero que nada, nos sorprendió la gran recepción del público. No sabíamos cómo iba a ser la devolución de la gente y la verdad es que se recontra prendieron, les encantó la propuesta y se acercó muchísimo material.

Entre lo más significativo, encontramos filmaciones de eventos sociales y políticos, como la asunción del intendente Lacava. Recuerdo que la familia estuvo presente y fue muy emocionante para ellos volver a ver esas imágenes. También llegaron registros familiares, por ejemplo de casamientos. Hubo casos muy conmovedores de personas que decían: nunca había visto a mi papá flaco, los recuerdos que tengo de él son de otra manera, y ahora lo pude ver. Ese tipo de experiencias generó un valor afectivo enorme.

Además, aparecieron películas de ficción en formatos Súper 8 y Súper 16, verdaderos hallazgos que muestran el trabajo creativo que se hacía en la ciudad. También recibimos material de eventos deportivos y de relevancia política, periodistas que compartieron sus archivos, y hasta visitamos la casa-taller de Artemio Alisio, donde revisamos materiales que hoy están resguardados por su compañera.

En resumen, fue una experiencia muy grata tanto por la variedad y riqueza del material encontrado, como por la respuesta entusiasta de la comunidad, que entendió la importancia de preservar la memoria audiovisual.

-¿Qué ves en el horizonte de esta iniciativa que recién arranca? Imagino que todavía faltan recursos. ¿Cómo creés que va a empezar a funcionar?

-Para nosotros este espacio es clave. Hace unos cuatro o cinco años se sancionó la Ley de Fomento Audiovisual en la provincia, que además de crear el Instituto Autárquico Audiovisual, la Comisión de Filmaciones y la Cinemateca (que es la que lleva adelante la Temporada de Rescate), estableció algo fundamental: la creación del Fondo de Fomento Audiovisual de Entre Ríos.

Ese fondo es un recurso económico destinado a generar concursos para el desarrollo y producción de contenidos audiovisuales: cortometrajes, largometrajes, documentales, ficción. Desde la Asociación de Realizadores Audiovisuales de Entre Ríos (ARAER), de la cual formo parte, participamos activamente en la redacción y sanción de la ley, porque entendemos que allí está la gran apuesta: que la provincia tenga un fondo propio para fomentar el audiovisual. Esto permitirá que, sobre todo los realizadores más jóvenes o quienes estén haciendo su primera o segunda película, tengan un apoyo inicial para sus proyectos, que luego podrán complementar con otros fondos.

Además, con la instalación de esta oficina en la costa del Uruguay, estamos promoviendo la Comisión de Filmaciones, cuyo objetivo es mostrar a Entre Ríos como un potencial set de filmación para el resto del país y el mundo. Queremos que, además de fortalecer la producción propia a través del fondo de fomento, puedan venir productoras de otras provincias o países, con sus propios recursos, a rodar aquí. Eso generaría no solo comodidad e infraestructura local, sino también un incentivo concreto para que elijan filmar en Entre Ríos.

-¿Esto se plantea con una articulación público-privada?

-Siempre. En la industria audiovisual la articulación público-privada es inevitable y necesaria. No hay manera de sostener proyectos sin ella. Podrá haber casos excepcionales de alguien que diga “yo hice una película solo”, pero son uno en miles. La articulación público-privada está siempre presente, más allá de la financiación.

Por ejemplo, si tenés que filmar en una playa y cortar el tránsito, o si necesitás grabar en un hospital, indefectiblemente necesitás de esa articulación. Es imposible de otro modo.

Por eso consideramos que este es un primer gran paso, sobre todo para saldar una deuda pendiente en la provincia: la asimetría entre la costa del Paraná y la costa del Uruguay en lo que respecta a la potenciación y promoción de la industria audiovisual.

¿Cuáles considerás que fueron los cambios fundamentales en la industria audiovisual entrerriana durante la última década?

-Uno de los hitos más importantes fue la sanción de la Ley de Fomento Audiovisual. Esa norma le dio a la provincia un marco legal para la creación del Instituto Autárquico, que permitió organizar el sistema de fomento y empezar a definir políticas públicas capaces de atraer a distintos actores de la industria para que puedan filmar en Entre Ríos.

Otro punto clave fue la creación de la Asociación de Realizadores Audiovisuales de Entre Ríos. Hoy cumple un rol fundamental: como toda asociación civil, funciona como nexo entre lo público y lo privado. Su importancia radica en haber logrado nuclear en un mismo espacio a realizadores y trabajadores técnicos que estaban dispersos por toda la provincia, generando un canal de comunicación directo entre las necesidades del sector y las políticas que el Estado debe implementar. Esa articulación fue y es esencial para que se produzca una sinergia que motive y potencie el crecimiento de la industria audiovisual entrerriana.

También destaco la articulación constante, tanto con la provincia a través del Instituto, como con los municipios. En ese sentido, la decisión del Intendente de Concepción del Uruguay de otorgar una oficina para que funcione una sub-sede del Instituto Autárquico Audiovisual representa un paso enorme hacia un objetivo central: federalizar dentro de la provincia el acceso a todas las políticas audiovisuales.

-Si alguien quiere acercar material fotográfico o audiovisual para incrementar el archivo, ¿cómo debe hacerlo y a dónde dirigirse?

-El primer paso es contactar al*Instituto Autárquico Audiovisual a través de sus redes sociales o por mail. Ahí está toda la información sobre la temporada de rescate: cómo se realiza el proceso y de qué manera entregar los materiales.

Esto no es sólo para la gente de Concepción del Uruguay. Quienes estén acá seguramente terminarán poniéndose en contacto conmigo y trayendo el material a nuestra oficina, pero todo se canaliza formalmente a través del Instituto. Eso permite que quede un documento registrado de lo que se entrega, lo cual es muy importante porque, en muchos casos, se trata de archivos familiares con un valor afectivo enorme, más allá del valor económico.

Una vez que se inicia el contacto, vemos en qué ciudad está la persona y organizamos la logística: podemos coordinar para que lo acerquen a Concepción, traerlo nosotros mismos o trasladarlo a Paraná. El procedimiento depende del tipo de material y de las condiciones en que esté, porque a veces hace falta tomar medidas especiales para su resguardo y traslado.

Pero lo principal es eso: entrar a las redes del Instituto Autárquico Audiovisual, sobre todo Instagram, o escribir al mail oficial. Desde ahí se empieza a dar toda la vuelta de intercambio para saber qué material es, en qué estado está y cómo podemos recibirlo y preservarlo.

¿Qué podés contarnos sobre el Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FISER)?

-El Festival Internacional de Cine de Entre Ríos es otro de los grandes hitos para la industria audiovisual de la provincia. Este año se realizará del 25 al 30 de noviembre en Paraná como sede principal, y contará con subsedes en distintos municipios y departamentos.

La novedad es que lo que antes era el mercado audiovisual ahora se transforma en el Foro FISER, un espacio de coproducción que se organiza por primera vez. Allí se convocará a realizadores que estén desarrollando su primera o segunda película, tanto de Entre Ríos como de la región, incluyendo a Santa Fe y Córdoba.

El foro tendrá un formato distinto: además de premios, se desarrollarán mesas de trabajo y encuentros uno a uno con productores que llegarán desde Buenos Aires y otros polos de producción, y se busca también la participación de referentes de Santa Fe y de otras provincias.

Lo más valioso de este nuevo espacio es que los realizadores podrán tener un contacto directo con los productores, lo que les permitirá evaluar la viabilidad de sus proyectos y abrir oportunidades concretas de coproducción.

¿Participar en el FISER tiene algún costo para los productores audiovisuales que presenten sus proyectos?

-La inscripción es totalmente gratuita. Una vez seleccionados los proyectos (van a ser 12 en total) esos equipos tendrán cubiertos el hospedaje y el traslado para poder presentarse en el foro.

Además, vamos a invitar a otros proyectos que, aunque no queden seleccionados en esa primera instancia, también podrán participar. En esos casos, el tema del hospedaje y el traslado se definirá en el momento, según lo que se acuerde, pero la idea no es cerrar el espacio solo a los 12 elegidos.

Por el contrario, buscamos que cuantos más proyectos puedan sumarse, mejor, porque la esencia del foro son justamente las mesas de trabajo y de negocios, y allí el intercambio se enriquece con la mayor diversidad posible de propuestas.

 

¿Qué mensaje le darías a un adolescente que quiere iniciarse en el mundo audiovisual, ya que en definitiva son los que se van a terminar haciendo cargo de esta industria el día de mañana?

-Totalmente, ellos son quienes se van a hacer cargo de esto el día de mañana. Por eso me parece fundamental, desde nuestro lado, ofrecer espacios de formación. Como vos mencionabas, hoy se están organizando talleres para adolescentes que antes no existían. Desde ARAER también impulsamos hace unos años talleres para distintas edades, abiertos a cualquiera que tuviera inquietudes en este campo.

Si tuviera que dar una recomendación, serían dos. La primera: meterse. Si ves que hay un taller, participá. Probá distintas áreas —edición, cámara, guion— y descubrí qué es lo que más te gusta. La adolescencia es el momento ideal para absorber conocimientos y animarse a experimentar.

La segunda: mirar cine, mucho cine. Esa es otra pata que desde ARAER y desde el Instituto tratamos de fomentar, por eso también impulsamos el cineclub. No se trata solo de producir audiovisual, sino también de ver películas, porque el público necesita ver cine para interesarse en cómo se hace cine.

Ahí tenemos una deuda pendiente: en Entre Ríos: no contamos con gran cantidad de salas ni de pantallas, más allá de las comerciales. Nos falta infraestructura para la exhibición. Por eso insistimos tanto en fomentar no solo la producción sino también la visualización, porque ambas cosas son esenciales para que la industria audiovisual pueda crecer.