La Selección Argentina perdió 1-0 frente a Ecuador en Guayaquil, en un partido cargado de tensión y polémicas. El único gol llegó a través de Enner Valencia, quien convirtió de penal. La expulsión de Nicolás Otamendi condicionó el desarrollo y terminó siendo la situación más costosa del encuentro.
Pese al traspié, la “Scaloneta” cerró unas Eliminatorias brillantes, que ganó con amplia ventaja, asegurando su clasificación al Mundial 2026 con varias fechas de anticipación. Incluso con esta derrota, el equipo de Lionel Scaloni terminó nueve puntos por encima de su escolta, la selección dirigida por Sebastián Beccacece.
El partido dejó pocas luces en el juego argentino. Aun con seis cambios en la formación inicial y variantes durante el encuentro, la Selección nunca encontró claridad ofensiva ni logró inquietar al arquero Hernán Galíndez, figura del equipo local y guardameta menos vencido del certamen.
La actuación más destacada en el conjunto albiceleste fue la de Emiliano “Dibu” Martínez, quien sostuvo al equipo con cuatro atajadas clave. Gracias a él, el resultado no fue más amplio.
Argentina sumó así su cuarta derrota en estas Eliminatorias (tercera como visitante), un número llamativo para un plantel que acostumbra a la solidez. Sin embargo, en los partidos en los que no logró desplegar su mejor fútbol —como en Barranquilla, Asunción, Guayaquil o en la Bombonera frente a Uruguay— las caídas se hicieron inevitables.
Pese al 0-1 y al festejo exagerado del público local con gritos de “ole, ole”, la Selección mantiene intacto su estatus: sigue siendo el vigente campeón del mundo y el máximo candidato en la próxima cita mundialista. La derrota, más que un golpe, se interpreta como una señal de alerta y un aprendizaje de cara al futuro inmediato.
