Un trabajador municipal de Concordia afirma que fue despedido por “ser peronista”

Héctor Guillermo “Titi” Arrieta, empleado de la Municipalidad de Concordia hasta octubre, denuncia públicamente que su despido se debe a su militancia política y a su postura crítica hacia la gestión actual.

Por: Matías Dalmazzo



En Concordia, el 19 de agosto de 2025, Héctor Guillermo “Titi” Arrieta, quien se desempeña en la Secretaría de Desarrollo Urbano, recibió una notificación oficial en la que se le informa la rescisión de su contrato a partir del 1º de octubre. Arrieta, a través de sus redes sociales, denunció que la medida responde a su militancia peronista y a su disidencia política con las gestiones en su ciudad, la provincia de Entre Ríos y el país.

 

Debido a esto, nos pusimos en contacto con Arrieta, para conocer en detalle las circunstancias de su despido y las razones que lo llevaron a realizar esta denuncia pública.

-¿Podrías describir con detalle las circunstancias en las que recibiste la notificación de rescisión de tu contrato? ¿Consideras que tu participación en la reunión del PJ fue un factor determinante en tu despido?

-Me rescindieron el contrato. Soy un empleado municipal, contratado con aporte y tengo casi tres años de antigüedad. La circunstancia en que recibo la notificación fue de la siguiente manera: salgo de trabajar del mismo municipio, en este caso en el Corralón Municipal. Entro a las 6 de la mañana y a las 12 me retiro, luego de cumplir las 6 horas.

Cuando estoy saliendo me llega un mensaje de mi hijo mayor que le dijeron que andaban buscando, que querían conseguir mi número. Cuando le pregunté para qué andaban buscando, me respondió que era sobre un contrato. Ahí ya le calculé cómo venía la mano.

Acá, evidentemente no hay ningún tipo de dudas: la recisión de mi contrato es por ser peronista, por estar del otro lado de la vereda; por no compartir las políticas de ajustes y todas las medidas que están tomando el gobierno nacional, provincial y local (Concordia).

Un compañero me trajo la notificación mucho más amargado que yo, porque también es un compañero que andaba repartiendo eso. Me dice: lo lamento Titi por tener que entregarte esta mala noticia.

Recién estoy como digiriendo la noticia, porque la verdad son cosas que nunca ocurrieron en Concordia. Los gobiernos peronistas de Concordia jamás echaron a alguien por pensar distinto, por estar del otro lado, por tener otra camiseta o por decir algo. Nunca jamás.

El intendente de Concordia ejerce presión sobre los empleados municipales, impidiéndoles expresar opiniones contrarias a su gestión en redes sociales, bajo amenaza de represalias. Mi despido está vinculado a la inauguración de una unidad básica en el barrio Pompeya Sur el viernes anterior, evento al que asistieron Adam Bahl, Guillermo Mitchell, concejales de Concordia, ex intendentes, diputados, senadores como Ángel Giano, Armando Gay, Enrique Cresto, la doctora Fabiana Leiva, y una representante de Concepción del Uruguay de la lista Fuerza Entre Ríos (Marianela Marclay). Mi participación en el acto y la repercusión del evento a nivel local y provincial motivaron mi despido, como una represalia por la reorganización del peronismo y las acciones de los militantes.

-¿Qué mensaje le darías al intendente de Concordia y a tus ex compañeros de la Municipalidad después de lo sucedido?

-Lo que tengo para decirle al intendente es que primero empiece a gobernar y a gestionar para esta ciudad, que está cada día peor. Con mi sueldo del contrato; que empiece a comprar bolsas de cemento y un metro de arena, que empiece a asfaltar aunque sea de a dos metros o un metro por calle; porque no ha hecho absolutamente nada en Concordia. Es un desastre la ciudad, parece que está bombardeada, está llena de cráteres, no hizo nada de obra pública y ni siquiera se está remendando.

En la parte urbana, con la recolección de basura no se hace nada, la ciudad es un desastre. Que se ponga los zapatos de intendente, que empiece a salir a los barrios y que hable con los vecinos; porque es una cosa increíble la demanda de cosas e inquietudes de los vecinos.

No tenemos agua, no tenemos cloaca y se corta el agua dos por tres. Hay un montón de falencias que tiene esta gestión. Encima se pone a echar gente, no sabe la cantidad de compañeros que quedaron afuera: contratados, monotributistas, contratados con aportes, gente de planta que han echado, personas a las que han mandado a lugares inimaginables y asignados. Esto es un castigo.

La gente que está trabajando todavía, está teniendo problemas psicológicos por la manera que los tratan y los lugares a los mandan. Es todo un castigo por tener un pensamiento distinto, otra ideología, por querer cambiar a veces la identidad y la ideología a algunos compañeros; pero no lo va a lograr, no le va a torcer el brazo a nadie.

Él tiene que estar contento que gobierna gracias a los compañeros traidores del peronismo. Los que querían un cambio, ahí tienen el cambio, ahí tienen el cambio.

Yo no soy cómplice de este cambio, porque yo no lo voté y no votaría jamás a un gobierno: neoliberal, de ultraderecha, que persigue a los compañeros y que no permite que nadie diga lo opuesto a lo que ellos piensan. Se creen los dueños de la información de cada ciudadano de Concordia. No es así, me parece que le queda poco, ellos no van a estar toda la vida; nadie está para siempre atornillado en el palacio municipal.

No me voy a callar, voy a pelear por todos los compañeros y voy a alzar la voz para todos los compañeros que fueron expulsados; que tal vez tienen miedo de hablar para que no le expulsen a la mujer o algún hermano; porque eso es lo que está pasando acá en Concordia. Es impresionante el perseguimiento que hay al empleado municipal.

A mí ya me echó, pero le pido por favor al intendente que piense y que tenga un poco de sensibilidad. Que no siga echando a más gente, porque hay una miseria en Concordia, en la provincia y a nivel nacional que repercute fuerte. Nosotros tenemos un comedor comunitario que es el termómetro. O sea, sinónimo de pobreza; es impresionante la demanda de gente que viene a pedir comida a nuestro comedor.

-¿Cómo te afectó personalmente esta situación y cuáles son tus planes a futuro?

Por supuesto que me afectó y mucho, porque soy un padre de familia y un trabajador, como cualquier empleado de la municipalidad. Los más perjudicados fueron mi familia; porque tengo cuatro hijos, dos desempleados que fueron expulsados por este gobierno. Tengo dos hijas que están estudiando y con ese sueldo yo le estaba pagando los estudios. Mi hija mayor se recibe del secundario y ahora quiere seguir un profesorado, así que no sé lo que va a pasar y cómo me voy a manejar ahora.

Lo que sí sé, es que no me voy a callar; lo que sí sé, es que no me voy a quedar quieto; lo que sí sé, es que voy a levantar la voz por todos mis compañeros; lo que sí sé, es que esto me fortalece más; y lo que también sé, es que tengo el apoyo de todos los compañeros, a nivel local y provincial.

Esto tuvo una repercusión tremenda. Soy de Concordia y vos de Concepción del Uruguay te enteraste a las dos horas que me habían expulsado; imagínate lo que va a ser en estos días.

Vamos a ir a la prensa, vamos a poner abogados y vamos a ir con todo; porque no tienen argumentos. No tienen motivo de la persecución, es un atropello lo que me hicieron: solamente por inaugurar una unidad básica, decir lo que pienso y por ser peronista.