
Arquitecto – Docente
Albano Lucio Giménez nació en Paraná en 1882 y murió en La Paz el 12 de julio de 1937, a los 55 años. Estudió Derecho en la Universidad Nacional de Córdoba. Tras recibir el título de abogado se desempeñó en diversos cargos en el Poder Judicial en Victoria y Villaguay. Posteriormente se radicó en Concepción del Uruguay, donde ejerció la profesión en su propio estudio.
Luis Alberto Salvarezza lo evoca como un “talentoso y olvidado poeta” y considera que su poesía “apunta preferentemente a la belleza de lo conceptual, dejando transparentar al abogado y específicamente al juez; que se hace se hace eco del pensamiento filosófico griego, que asociaba la poesía al concepto de belleza y verdad, como sus sinónimos. A la vez que pensaba a la belleza como involucradora del conocimiento intuitivo y el deleite como querrá después Jacques Maritain. De ahí que la impresión más profunda que le queda al lector de los poemas de Giménez es el de la belleza. Más allá de ese juego sociológico condicionado por una u otra ley.” Salvarezza analiza su obra poética y señala que “lo religioso es permanentemente cuestionado. En la primera estrofa del extenso y denso poema “Entonces”, a través de una enumeración anafórica de interrogantes (“¿Cómo piensas Señor…?”), cuestiona las enseñanzas que plantea la Iglesia desde sus Evangelios frente a las necesidades que reclama la sociedad. Al lado de la Iglesia como una antítesis y con otra cruz se eleva la fábrica, allí las humaredas de la “caridad cristiana” no pueden disimular la desnudez de la piel mendiga ni los andrajos de la carne proletaria.” Alejandro Bernasconi lo describe como “poeta fervorosamente anticlerical y hombre de Derecho”.
En una nota necrológica que publicó el diario La Juventud Delio Panizza lo despidió así: “Ha muerto un poeta. Albano L. Giménez lo era, no sólo por la armonía de sus versos, sino también por la belleza de su pensamiento. De alma bohemia, daba su canto sin preocuparse más de él, dejándolo al azar de las manos amigas. Mucho de su producción se ha perdido por eso. Acaso en un día no lejano, tengamos el placer estético de ver reunidos en un libro armonioso sus cantos acompasados y serenos, sin ritmos violentos, que dan la impresión de las grandes aves. Sus producciones siempre bien meditadas, tendían a la exteriorización de un pensamiento filosófico… Con motivo del triunfo de los aliados y el armisticio de 1918, cuando la guerra mundial, dijo uno de esos discursos que no se olvidan: breve, sentencioso, cálido y bello como un canto. Su oratoria era original, Sus discursos parecían cortados como por filosas hojas de luz. Se lo escuchaba con afecto y era grata al oído la rítmica cadencia de sus frases, nunca vacías y jamás hirientes.”
En su poesía, sostiene Luis Alberto Salvarezza, “subyace una acendrada cultura no exenta de sutil ironía, más allá de sus adhesiones u opiniones, que cabe o no compartir, lúcida y sugerente a la vez, encuentra sus núcleos fundantes en lo religioso, lo legal y lo amoroso. En síntesis, a través de elegidas palabras, que revelan un extremo cuidado y acierto, carga o compromete ideológicamente a esa materia tan inaccesible que es la poesía. Por eso podemos decir que aparenta contradecir la famosa frase de Mallarmé, los poemas se hacen con palabras, no con ideas…”.
La política, además del derecho y la poesía, ocupó a Albano Lucio Giménez; pero el único cargo público que ocupó fue la presidencia municipal de Concepción del Uruguay. El 6 de diciembre de 1931 Albano Giménez fue electo concejal por el radicalismo antipersonalista, junto a Salvador Sartorio, Agustín P. Artusi, Alfredo M. Bidart, y Juan José Terenzio. También resultaron electos Delio Panizza, Luis María Pons y Nicolás San Martín por el radicalismo yrigoyenista, y Wenceslao Gadea y Rodolfo Seró Mantero por el Partido Demócrata Nacional. El socialismo no logró la reelección de José Electo Brizuela y Raúl Fernández. Los resultados de esa elección fueron los siguientes: radicalismo antipersonalista 901 votos, radicalismo yrigoyenista 597 votos, PDN 415 votos y PS 227 votos. De todos modos, Giménez fue designado presidente municipal por el gobernador, y ejerció el cargo desde el 1º de enero de 1932 y el 31 de diciembre de 1933. Lo acompañó como secretario Cándido Defazy, funcionario de dilatada experiencia en el municipio.
Alejandro Bernasconi recuerda que “su gestión al frente del Departamento Ejecutivo inició en el mismo momento que en la provincia asumía Luis Lorenzo Etchevehere como gobernador, y José M. Texier como vice, hombres del radicalismo antipersonalista. Poco más de un mes y medio después, Agustín P. Justo, nativo de Concepción del Uruguay, asumía la presidencia del país, luego de poner en marcha la maquinaria del fraude electoral. También coincidió con el escenario más difícil de la década en términos económicos y sociales, siendo 1932 el momento de más desocupación en la provincia. Ese año, además, se formó la Unión Obrera de la provincia de Entre Ríos, en la que confluyeron sindicalistas de Concepción del Uruguay y anarquistas de Diamante, iniciando un ciclo de luchas cuyo punto más alto fue 1935. Además, en la ciudad se comenzó a expresar tempranamente la preocupación de las fuerzas democráticas por el avance del fascismo… Durante su gestión, en 1932, se inició el debate por la reforma de la constitución provincial, promulgada el 18 de agosto de 1933”.
Entre los aspectos más destacados de la gestión de Giménez al frente del Departamento Ejecutivo Municipal Bernasconi enumera, entre otros, los siguientes: la creación del “Registro Municipal de Desocupación… los inscriptos debían ser convocados en trabajos extraordinarios y pavimentación…, la instrumentación de las “cocinas populares”…, intentos por controlar y fijar los precios de productos básicos mediante las ferias francas…, mejoras en el balneario municipal…, actualizó la reglamentación de la gestión anterior sobre el tránsito…, pavimentación del casco céntrico de la ciudad…, construcción de desagües pluviales para evitar las inundaciones en el barrio Sud Oeste…, continuidad de la traza del boulevard Juan J. Urquiza, actual Presidente Hipólito Yrigoyen…, instalación del primer teléfono público en la Plaza Ramírez”.
Fuentes:
Bernasconi, Alejandro. «Algunas presidencias municipales de Concepción del Uruguay durante el intervencionismo conservador. 1932 – 1939.» Intendentes uruguayenses 1873 -2023. Concepción del Uruguay: Espacio Editorial Institucional UCU, 2023.
Salvarezza, Luis Alberto. De los hallazgos. Buenos Aires: Dunken, 2008.
Villanova, Jorge. Fernández y Brizuela – Socialistas y artiguistas. Tinta china, 2013.