A las 17:05 de ayer lunes, el Comando Radioeléctrico alertó sobre un incendio en una vivienda ubicada en la intersección de Reibel y 13 del Norte. De inmediato, el cuartel de Bomberos Voluntarios desplazó el móvil 28 —unidad de primera intervención— y solicitó el apoyo del móvil 22, con capacidad de abastecimiento de 10.500 litros, debido a la intensa columna de humo visible desde varios puntos de la ciudad.
Al llegar, la primera dotación constató que se trataba de una vivienda precaria completamente tomada por las llamas. Se inició el trabajo con una línea de 38 mm y una línea devanadera para evitar que el fuego alcanzara las casas vecinas.
Mientras se desarrollaban las tareas, los bomberos fueron agredidos con piedras y mediante insultos por un grupo de personas. Afortunadamente, no se registraron heridos ni daños en los vehículos de la fuerza.
Con la llegada del móvil 22, se procedió al abastecimiento de agua y se continuó con el combate del fuego hasta su extinción total, realizando posteriormente enfriamiento y remoción de escombros.
En el lugar también intervinieron móviles policiales, que controlaron la situación. La vivienda sufrió pérdidas totales, aunque el rápido accionar de los bomberos evitó que el incendio se propagara a las construcciones cercanas.