El palista uruguayense se prepara para competir en el Mundial Junior de canotaje, donde representará a Argentina. La cita será en Montemor-o-Velho, Portugal, del 23 al 27 de julio. Previo a su viaje al viejo continente el joven conversó con La Calle sobre sus sensaciones.
Por Manuel Iconicoff
El río Uruguay sigue siendo cuna de grandes historias deportivas, especialmente en una disciplina que ya forma parte de la identidad de Concepción del Uruguay: el canotaje. Desde este paisaje natural inagotable emergen jóvenes como Vito Reniero, un palista de apenas 16 años que se prepara para representar a la Argentina en el Mundial Junior de Canotaje. Reniero es parte de una generación que mantiene vivo el legado del canotaje en “La Histórica”, ciudad que ha sabido dar grandes nombres al deporte argentino.
Vito descubrió su pasión por el canotaje en la colonia de vacaciones del club hace algunos años y desde entonces, no ha dejado de remar —ni de soñar. A fuerza de constancia y sacrificio, hoy integra la Selección Argentina Junior, con la que concentra en Tigre. Se prepara y sueña con dejar su marca en la competencia internacional. En esta charla, cuenta cómo fueron sus comienzos, cómo vive la previa al Mundial y qué significa para él este presente que alguna vez imaginó desde la orilla del río.
-¿Cómo estás en este momento previo al Mundial?
– Me siento bien, ya empezamos a afinar detalles, los ritmos, ajustando el bote doble que es en el que vamos a competir principalmente. En estos días estamos encarando una de las últimas semanas en Argentina, porque ya vengo hace dos semanas concentrando en Tigre, pero no fueron solo estas dos semanas, porque yo estaba concentrando para el equipo Sub 21, para los Juegos Panamericanos Junior en Asunción, y ya venía concentrando. Esta es la última semana, ya la próxima semana vuelvo a Concepción, sería una semana en casa y después viajamos para entrenar en España dos semanas y media más porque empieza el Mundial el 23 de julio hasta el 27. Así que quedan estas dos semanas acá en Argentina y otras dos en España. Ahora ya estamos entrando en la etapa final de la preparación, en el periodo más competitivo ya empezando a afinar los últimos detalles, buscando el ritmo más alto, ya hacemos trabajos más cortos especializados en la velocidad y la explosión.
-¿Cuáles son las sensaciones de representar a Argentina?
– Estoy feliz porque tengo la posibilidad de ir a un Mundial Junior porque este año no hubo muchas plazas, había menos plazas para todo el país. Me siento muy bien para empezar la temporada en Junior porque este año pasé a esa categoría y tener la experiencia de un mundial para el año que viene, que también hay Mundial Junior, es un montón porque no muchos van dos veces al mundial junior porque generalmente van los Juniors de segundo año y entonces me pone contento que puedo ir a hacer mucha experiencia para ya el año que viene volver mucho mejor. Pero las expectativas serían entrar en alguna final la final B o final A.
-¿En qué distancia y modalidad vas a competir?
– Por ahora no está nada dicho, pero podría llegar a tirar el K1-500 como gané en el selectivo. Si las carreras no se superponen porque la prioridad para el proyecto de selecciones es el K2-500. Entonces si no se superpone con el K2-500 podría tirar también K1-500 pero eso ya no lo sé, pero lo que sí te puedo confirmar es que vamos a correr en K2-500 junto a mi compañero que es Pedro Gattinoni, del Club Regatas La Marina de la ciudad de Tigre.
-¿Qué nos podés contar acerca de tus ultimas competencias?
– Bueno el año pasado estuve en los Olympic Hopes que es una regata internacional, no es un mundial pero sirvió porque fue mi primera experiencia con otros países y me sentí bien. También he participado con otro compañero en bote de equipo, que nos fue bien, quedamos quintos y ahora estamos muy metidos con la preparación de los Junior para los Juegos Panamericanos, más enfocados en 500 metros.
-¿Cuál es la expectativa para lo que se viene en Portugal?
Principalmente mi expectativa es obviamente darlo todo y si me puedo meter en alguna final mucho mejor. Pero también poder sumar experiencia para el año que viene, llegar en mi mejor momento en Junior, pero meterle garra a este, obviamente, y aprender, más que nada aprender.
-¿Qué rol cumple la familia? ¿Cómo te arreglás con el Colegio?
– Y bueno, la verdad que mi familia me ayuda un montón, me lleva y me traen a todos lados. Se las arreglan cuando hay que viajar con el bote. La escuela también es un plus tener profesores que puedan entender y tengan contemplaciones con las faltas. Algunos profesores son bastante flexibles, les puedo entregar trabajos prácticos así que me ayudan un montón y todo eso son pequeños granitos de arena que ayudan. Todos se van juntando y ayudan un montón algunos aspectos se me hacen mucho más fáciles por la ayuda de todos los profesores, la escuela que entiende y bueno ni hablar de mi familia que es el pilar más grande.
-¿Qué significa para vos el canotaje? ¿Cómo empezaste en este deporte?
-Es una especie de desenchufe, pero me quedo con la amistad que te da el deporte y los buenos momentos. En mi caso valoro el hecho de hacer amigos, vínculos y todo eso, que ya es parte del día a día. Mi relación con el canotaje viene desde que empecé la colonia en el club, ahí enseñan diferentes disciplinas y hay una que es canotaje. Me gustó, empecé a ir a remar primero en Escuelita, después pasé al plantel y bueno desde finales del 2022, principios del 2023 que estoy en el plantel con todos los demás chicos.
-¿A quiénes ves como candidatos o países más fuertes?
– Las potencias del canotaje están mayormente en Europa, Hungría, Alemania, República Checa, España, todos esos países europeos son potencias, más que nada Hungría y Alemania.
La palabra de Jorge “Coco” Elola, su entrenador y formador.
“El fuerte de Vito es el K1 500 metros, distancia que no es olímpica, estamos viendo a ver como es el cronograma del Mundial para ver si le permiten anotarse en K1-500 y K2-500 y que no se le superponga con series o semifinales. El K2 500 es lo que tiene que apuntar por el proyecto del ENARD. En cuanto al bote de equipos se definió hace poco tiempo con lo cual es un bote que no tiene mucho trabajo. En lo que respecta a sus características Vito es alguien que impone el ritmo. Además es muy fanático y se exige un montón. Hace mucho sacrificio, viene al club desde muy lejos aunque llueva o haga frío no tiene problemas. A veces viene al gimnasio a las 8 de la noche y se vuelve en bici a la casa. En el agua te exige todo el tiempo que le estés diciendo si va a remano bien, es demandante en ese sentido y eso es bueno. Si ve que lo filmo en la lancha quiere los videos para ir corrigiéndose. Sé que va a dar todo en las carreras y no se va a guardar nada. Tiene una cabeza muy fuerte y es muy exigente con el mismo”.
