La junta ejecutiva del PS uruguayense acompaña y convoca a filiados y simpatizantes a la marcha a realizarse este domingo 23 de febrero, a las 20:00, en Montoneras y 9 de Julio.
El responsable sindical del PS, y empleado de la planta, Ramón Batían, sostuvo que «no solo está en juego los puestos de trabajo, sino que, también, se están jugando con la dignidad y el futuro de muchas familias de nuestra ciudad. No puede ser que siempre que haya un conflicto los trabajadores somos los primeros en recibir los golpes».
Además, agregó: “Lamentablemente estamos esperando el momento, porque entendemos que, a partir de este lunes pueden quedar sin trabajo aproximadamente 400 familias de nuestra ciudad”.
Por su parte, el presidente del PS, Gonzalo Figarola, dijo: “Seguimos insistiendo, que el ajuste no lo paguen los trabajadores, siempre es la misma historia, que se repite cuando supuestamente los números dan en rojo”.
Además, sostuvo que «el Estado municipal no puede sentirse ajeno, si bien no tienen una responsabilidad directa, son 400 familias que, luego, van a necesitar asistencia y no sé si se está en condiciones para abordar algo de tal magnitud».
La situación dentro de la planta
Bastián dijo que ellos saben que «hay casos que no son los correctos dentro del lugar de trabajo, como pasa en todos los ámbitos laborales, pero eso no es justificativo que, por algunos casos particulares, se castigue a 400 (referido a lo que dijo el dueño de la planta en entrevistas anteriores). Por otra parte, así como pasan esas cosas, es de público conocimiento la cantidad de veces que cientos de compañeros hemos ido a trabajar con tendinitis u otros problemas de salud porque priorizamos el trabajo».
«Somos muchos los que hacemos las cosas bien, no pedimos privilegios, no pedimos nada nuevo, simplemente que se respeten nuestros derechos, las condiciones laborales y los puestos de trabajo».
Por último, Figarola sostuvo: “Vamos a estar acompañando y convocando a la marcha de este domingo 23, a las 20:00, en 9 de Julio y Montoneras, para estar presente con las familias. En un país normal, donde mes a mes se supone que nos dicen que estamos mejor, no pueden pasar estas cosas”.