El crecimiento de las protestas estudiantiles en universidades públicas de todo el país alcanzó niveles sin precedentes en la historia reciente. Decenas de facultades permanecen tomadas y el mal clima entre los estudiantes parece seguir aumentando tras el veto de Javier Milei a la ley de Financiamiento Universitario y la confirmación de este veto por parte de la Cámara de Diputados, gracias a la alianza entre La Libertad Avanza y el PRO, el partido de Mauricio Macri.
La ola de protestas estudiantiles alcanzó tal magnitud que contagió a instituciones que, históricamente, fueron más resistentes a este tipo de manifestaciones. La Universidad Nacional de Córdoba (UNC), conocida por su moderación en cuanto a movilizaciones, vio la ocupación de sus Facultades de Artes, Comunicación Social, Ciencias Sociales, Lenguas, Psicología, Filosofía y Humanidades. Incluso la conservadora Facultad de Derecho fue tomada la misma noche en que el presidente Javier Milei anunció su veto.
El movimiento estudiantil sigue creciendo y no parece detenerse, generando un clima de tensión en el ámbito universitario y planteando interrogantes sobre cómo seguirá evolucionando esta oleada de protestas.