La Universidad de Buenos Aires se ubicó en el puesto 10 del ranking QS de América Latina y ratificó su posición como la primera del país, un día después de la Marcha Federal Universitaria. Entre las 10 mejores universidades argentinas hay 6 públicas y 4 privadas
La Universidad de Buenos Aires (UBA) se ubicó en el puesto 10 del ranking QS de universidades de América Latina y el Caribe, elaborado por Quacquarelli Symonds. La noticia se difundió a nivel regional este jueves, un día después de la Marcha Federal Universitaria que movilizó en todo el país a estudiantes, docentes y graduados, además de gremios, líderes políticos y movimientos sociales, en defensa del presupuesto para las universidades públicas.
La medición internacional colocó nuevamente a la UBA como la mejor institución de educación superior del país, seguida de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que quedó en el puesto 22 (ambas cayeron un puesto con respecto a la clasificación del año pasado).
Entre las instituciones privadas, la más destacada del país fue la Universidad Austral, en el puesto 26 a nivel regional. En cuarto lugar quedó la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), que mejoró tres posiciones y llegó al puesto 33 de América Latina. En quinto lugar quedó la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), en el puesto 39 de la región.
En esta nueva edición no hubo cambios en los cuatro primeros puestos del ranking. Según los indicadores de QS, la mejor universidad de América Latina sigue siendo la Universidade de São Paulo (Brasil), seguida de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidade Estadual de Campinas y el Tecnológico de Monterrey (México). En el quinto puesto regional se ubicó la Universidade Federal do Rio de Janeiro: Brasil tiene 3 universidades en el top 5. En el top 10 también hay una institución de Colombia, la Universidad de los Andes, en el puesto 7.
Las otras instituciones argentinas que se ubicaron entre 100 mejores de América Latina son la Universidad Torcuato Di Tella (puesto 53), Universidad Nacional de Rosario (58), Universidad de San Andrés (58), Universidad Nacional de Cuyo (79), Universidad Nacional del Litoral (85) e Instituto Tecnológico de Buenos Aires (96). Del top 10 argentino, 6 universidades son públicas y 4 son privadas.
El comunicado de QS destaca especialmente la “reputación internacional” y la “colaboración transfronteriza en investigación” de la Universidad de Buenos Aires, así como la “resiliencia” del sistema universitario argentino en medio de “la recesión económica nacional y la intensificación de los problemas de financiamiento”.
A nivel regional, la UBA quedó en 2° lugar en el indicador de “reputación académica” (superada solo por la UNAM de México), y también en 2° lugar en cuanto a reputación entre empleadores (superada solo por la Universidad de Chile).
“Los datos del nuevo ranking QS vuelven a mostrar que, cuando a la UBA la evalúan internacionalmente, tiene muy buenos resultados a nivel regional y a nivel mundial”, dijo Patricio Conejero, secretario de Relaciones Internacionales de esa casa de estudios, a Infobae. “En algunos indicadores, el desempeño de la universidad es excepcional, como en la reputación académica, reputación entre empleadores y participación en redes internacionales de investigación”, agregó.
“En un momento en que la UBA y el sistema de educación superior nacional están puestos en jaque, es fundamental comprender que las universidades y el sistema científico-tecnológico argentino constituyen un activo estratégico del país para su desarrollo futuro”, consideró Conejero.
Martín López Armengol, presidente de la UNLP –la segunda universidad argentina en el ranking–, señaló: “Para nosotros, los rankings son referencias útiles para diagnosticar cómo venimos trabajando en el plano regional e internacional. Aunque analizan distintas variables, todos ellos nos ubican como una institución de referencia en la Argentina y en el mundo”.
“El sector de la educación superior de Argentina sigue mostrando profundos éxitos, y su institución insignia, la Universidad de Buenos Aires (UBA), mantiene su posición entre las mejores universidades de América Latina. Mientras tanto, el impresionante nivel de estabilidad de sus otras instituciones es un testimonio de su resiliencia frente a la adversidad financiera”, señaló Ben Sowter, vicepresidente senior de QS.
“Es importante tener en cuenta que el ranking de América Latina y Caribe 2025 solo considera datos hasta finales de 2023. Por lo tanto, si bien las universidades argentinas se mantienen estables en esta edición, el impacto de los recientes recortes presupuestarios aún podría reflejarse en futuras iteraciones”, aclaró Sowter.
Qué mide el ranking
El ranking QS regional evalúa a 437 universidades de 23 países latinoamericanos; entre ellas figuran 45 instituciones argentinas (el 10% del total). Esta medición considera 8 indicadores: reputación académica (30%), reputación entre empleadores (20%), ratio profesor-alumno (10%), citas por artículo (10%), personal con doctorado (10%), redes internacionales de investigación (10%), publicaciones por facultad (5%) e impacto web (5%).
Si bien se basa en los mismos parámetros que el ranking QS global, publicado en junio, la versión regional introduce pequeñas variaciones en los indicadores, que explican algunos cambios en la posición relativa de las universidades argentinas (en el ranking global, por ejemplo, la UBA aparecía como la primera universidad de América Latina, mientras que en este nuevo ranking se ubica en el puesto 10).
“La metodología se basa en QS World University Rankings, pero incluye métricas adicionales y ponderaciones ajustadas para abordar las prioridades y desafíos específicos de América Latina y el Caribe. Esto puede generar diferencias entre los rankings universitarios mundiales (filtrados por región) y los rankings regionales”, explicaron desde QS a Infobae. Esas variaciones se explican por el énfasis que el ranking regional asigna a las métricas de personal con doctorado, impacto web (que mide la presencia online de una universidad, y considera por ejemplo si hay o no información en inglés), citas por artículo y artículos por facultad (para medir la productividad de la investigación).
El desafío de la investigación y el financiamiento
Como en ediciones anteriores, el área de investigación aparece como uno de los principales desafíos para las universidades argentinas. Aquí nuevamente la UBA encabeza el panorama nacional como la institución que más participa de redes internacionales de investigación (tiene el puesto 8 a nivel regional en este indicador), seguida de la Universidad Nacional de La Plata (con el puesto 17).
Por otro lado, la Universidad Austral es la que produce la investigación de mayor impacto de Argentina, medida según las citas por artículo (ocupa el puesto 11 en América Latina). “Existen en la región universidades que apuestan fuertemente a la investigación, teniendo en cuenta las tendencias globales y las necesidades de su entorno local. Este esfuerzo suele estar focalizado en generar investigación de alta calidad e impacto, en aquellas disciplinas que se ven más demandadas. El fruto de esta estrategia es no cantidad de publicaciones sino calidad de lo que se publica, que se refleja en cómo son utilizadas por otros”, destacó Julián Rodríguez, rector de la Universidad Austral.
El tamaño de los cursos y la proporción de profesores por estudiante es uno de los indicadores en los que más se destacan las universidades argentinas. La Universidad Católica Argentina queda primera a nivel nacional en este rubro (y en el puesto 4 regional), seguida de la Universidad de Palermo (UP) y la Universidad Nacional de San Luis. En tanto, la Universidad Torcuato Di Tella sobresale en el indicador de “personal con doctorado”: ocupa el 2° lugar a nivel regional (seguida por la Universidad de San Andrés, en el puesto 49).
Al analizar el panorama latinoamericano, Sowter expresó: “La enseñanza superior en la región sigue afrontando retos relacionados con la inversión, el acceso y la disponibilidad de recursos. Los llamamientos para aumentar la financiación destinada a abordar estas cuestiones han ido en aumento en toda la región, ya que muchas universidades se enfrentan a déficits presupuestarios y problemas de personal”.