EL SALVADOR. Bukele anuncia “medicina amarga” en la economía

Bukele comparte con Milei simpatía por Trump y una agenda conservadora.

El presidente salvadoreño Nayib Bukele pidió a su pueblo tomar sin quejarse la “medicina amarga” que recetará en el segundo mandato,” tras sanar al país del cáncer de las pandillas”.

Desde el balcón del Palacio Nacional, tras prestar juramento, Bukele pidió a los salvadoreños “apoyo incondicional” al comparar a su país con un enfermo y a su gobierno con un médico, en su discurso ante miles de seguidores en la plaza del centro histórico de San Salvador.
“Ya arreglamos lo más urgente que era la seguridad, vamos a enfocarnos de lleno en los problemas importantes, empezando por la economía”, dijo, con la banda presidencial cruzada sobre un traje oscuro de cuello y puños dorados.
Bukele advirtió que en “este nuevo tratamiento para sanar la economía quizás también haya que tomar medicina amarga”, pero, dijo, “el país ya se curó” del “cáncer” de las pandillas y ahora debe “curarse de la mala economía”.
Sin adelantar medidas, prestó juramento a la muchedumbre para que prometieran “defender a capa y espada” las “decisiones que se tomen sin titubeos” con el fin de hacer al país “próspero”. “Sin quejarnos”, subrayó.
Milenial de 42 años, este expublicista de ascendencia palestina emprende otro mandato de 5 años con un poder casi absoluto, tras pulverizar a la oposición con un 85% de votos en las elecciones de febrero y ganar casi la totalidad del Congreso (54 de 60 escaños).
Asiduo en las redes sociales donde se ríe de quienes le llaman “dictador”, tiene a su favor todos los poderes estatales, incluidos magistrados que le permitieron buscar la reelección pese a estar prohibida en la Constitución.



La “receta” de la seguridad

En una América Latina azotada por la violencia criminal, Bukele es el presidente más popular gracias a sus políticas de “mano dura” contra las pandillas, que varios gobernantes, como Daniel Noboa (Ecuador) y Xiomara Castro (Honduras), han tratado de emular.
Ambos estuvieron en la investidura, igual que los presidentes Santiago Peña (Paraguay) y Rodrigo Chaves (Costa Rica), y el rey Felipe de España.
Pero la atención la acaparó el argentino Javier Milei, con quien Bukele comparte simpatías por el exgobernante estadounidense Donald Trump y una agenda conservadora.
El gobierno de Bukele es, no obstante, criticado por organismos de derechos humanos por instaurar un régimen de excepción, vigente desde marzo de 2022, que suma más de 80.000 detenidos sin orden judicial, acusados de pandilleros.
Human Rights Watch y Aministía Internacional denuncian muertes, torturas y detenciones arbitrarias. Casi 8.000 han sido liberados, miles por ser inocentes.
Algunas medidas para enfrentar la inseguridad “sonaron a medicina amarga”, pero el pueblo salvadoreño “siguió al pie de la letra la receta y juntos nos libramos del cáncer de las pandillas”, insistió Bukele.

Mientras dure luna de miel

Agregó que su reciente triunfo arrollador muestra que los salvadoreños quieren seguir bajo el régimen de excepción.
Pero los expertos creen que las preocupaciones económicas podrían acabar con la luna de miel.
El país enfrenta una deuda pública de 30.000 millones de dólares, un 84% del PIB, y un 29% de sus 6,5 millones de habitantes son pobres y muchos siguen emigrando a Estados Unidos en busca de trabajo.
Los tres millones de salvadoreños que viven en el exterior envían remesas por 8.000 millones de dólares anuales (24% del PIB).
En un intento de revitalizar la economía dolarizada, en 2021 Bukele hizo a El Salvador el primer país del mundo donde el bitcoin es de curso legal. Pero pocos salvadoreños lo usan.
En un país donde el aborto es ilegal, Bukele, quien tiene dos hijas con la psicóloga Gabriela Rodríguez, adoptó en su primer gobierno una agenda conservadora excluyendo de las escuelas el enfoque de género.