Por Sergio Pilepich (*)
Esta semana viajé al año 2018, casi inmediatamente que me enteré de su muerte.
Pensé otra vez en ese atardecer que comenzaba a darle paso a la noche de un jueves. Recordé a Eduardo “Canon” Salas despidiendo a los chicos de la Escuelita. Viajé a aquella tarde de cinco años atrás, frente a la despedida del dirigente.
Las catorce niñas que entrenan en el Granate ya emprendieron su camino de regreso a casa. Los gurises de la Cuarta y Quinta División patean un rato antes de comenzar con la práctica.
Unos metros más allá van llegando y juntándose los jugadores de Tercera y Primera, que también tendrán sus movimientos un rato más tarde.
Todos pisando lo que ahora es “tierra pelada”, pero que se transformará en un futuro no lejano en “La Cancha de Lanús”.
Pegado al velódromo ya no se ven los arcos de la pequeña canchita que sirvió para las prácticas hasta hace pocos días.
El terreno fue limpiado a fondo demarcando lo que será el futuro campo de juego. La orientación será de Este a Oeste.
El límite este será la calle de acceso al Velódromo, en el opuesto el Parque “La Loba”, viejo trazado del Tránsito Pesado de por medio.
Al Norte limitará con el Velódromo y al Sur con lo que fue la “Parrilla La Costera” sobre el Yrigoyen, todo en terrenos de propiedad municipal.
El sueño comenzó con un proyecto presentado ante la Municipalidad de Concepción del Uruguay a principios del 2014, según cuenta Eduardo Salas.
El mismo fue mejorado en el camino y en el mes de agosto de ese 2018 tuvo su primer momento importante de cara a hacerlo realidad.
El empuje de “Canon” llegó a buen puerto con el llamado a licitación para una primera etapa, el cerramiento perimetral con alambrado olímpico.
Fue a fines de agosto y se adjudicó a la empresa ANAV de Gualeguaychú por una suma de 800.000 pesos.
Además de la licitación, el club ya tenía comprado materiales desde el 2017, parte de ellos en sus instalaciones y otros a retirar en los corralones.
Se proyecta un terreno de juego de 105 x 58 metros, el cual ya fue medido, demarcado y limpiado a fondo por la empresa adjudicataria, pero se está a la espera de la aprobación para tomar algunos metros más (seis) hacia el Sur, donde se encuentran tres viejos sauces en los fondos de “La Costera”.
Respecto de esta edificación, Salas quiere avanzar para incorporarla al proyecto, que en su segunda etapa incluye la construcción de vestuarios, para lo cual dicha estructura podría ahorrar muchísimo dinero.
Gran anhelo del Granate, principalmente de las categorías inferiores, donde se hace un gran laburo de contención social sin cobrar cuota societaria.
La cancha propia es mi sueño hecho realidad, manifestó Salas visiblemente emocionado, además tenerla en el barrio y frente a la sede, es algo extraordinario.
Será otorgada en comodato y como uno de los requisitos se dispondrá que siempre haya fútbol Infantil y Juvenil.
(*). Esta nota fue escrita en 2018, cuando el sueño impulsado por Canon Salas comenzó a tomar forma. Un homenaje en la calle a quien nos dejó esta semana. gracias “Canon” Salas.