Fue a través del cese de actividades de 2 horas por turno.
El personal del sector arrocero llevó adelante ayer un paro de actividades de 2 horas por turno en reclamo de una recomposición de los haberes. La medida de fuerza, dispuesta a nivel nacional por la Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA), se cumplió en el orden local en la planta de Molinos Río de la Plata, ubicada a la vera de la ruta nacional 14.
Al respecto, el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA), Miguel Klenner, comentó a La CALLE, que la decisión gremial se adoptó tras la falta de acuerdo con el empresariado respecto al porcentaje económico salarial a mejorar y a su vigencia.
En este sentido, desde el gremio se sostiene que, ante el proceso inflacionario que deteriora cada vez más el salario, el plazo debería ser de 3 meses y no de 6, tal como propuso la cámara. Es por eso que se solicita que la “inflación” no supere a los sueldos.
Otra de las demandas es la reincorporación de las 30 personas despedidas de una importante compañía argentina con presencia en mercados internacionales.
En referencia a lo acontecido en Concepción del Uruguay durante el plan de acción, Klenner señaló que el paro se inició a las 6:00 en los exteriores de la planta con la presencia de los empleados y de los integrantes de la comisión directiva del STIA.
A ellos se les permitió ingresar y continuar la protesta, pacífica, de 2 horas de duración, en el interior de la fábrica. Ése fue el espíritu del paro que prosiguió a las 14:00 y a las 22:00 con los operadores del segundo y del tercer turno, respectivamente.
En tanto que la conducción del STIA fue notificada anoche sobre la resolución del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social al disponer la conciliación obligatoria y convocar a las partes a una audiencia para hoy, a las 15:00, en la sede de la cartera del Estado, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
