52 millones de canastas

Rogelio Frigerio escoltado por Mauricio Macri, Alfredo De Angeli y el exjefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia

Por Juan Martin Garay (*)

Debemos 52 millones de canastas básicas gracias a la “avanzada porteña” que camina por suelo entrerriano buscando hacerse del gobierno provincial en las próximas elecciones. Esa es, comparativamente, la deuda que tenemos todos los argentinos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) desde una deliberada fuga de poco más de 44.500 millones de dólares. Esto se calcula según datos oficiales del Indec a un dólar oficial a $232,00 para la compra y de $242,00 para la venta como referencia. Si lo llevamos al valor del “dólar blue”, la cifra de canastas básicas se duplica.

Datos oficiales
La comparación válida surge tomando como punto de partida el análisis del informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundido el pasado miércoles. Allí se indicó que el valor de 1 (una) Canasta Básica Total tipo 2 es de $203.361 (vale decir, una familia tipo necesita ese monto mensual para no ser considerada pobre). A partir de los ingresos de los hogares, el organismo mide si éstos tienen capacidad de satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias consideradas esenciales. Así, la Canasta Básica Total (CBT) se calcula a partir de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) con la inclusión de bienes y servicios no alimentarios como vestimenta, transporte, educación, salud, entre otros.

La deuda
La apresurada respuesta del Fondo Monetario Internacional (FMI) ante el pedido del préstamo en esa oportunidad, fue una determinación más política que técnica y en términos netamente electorales. Un error que hoy nos toca afrontar a todos por igual, pero desde las distintas desigualdades sociales existentes cada vez más. Esto fue posible gracias al gobierno de la Alianza Cambiemos (que se formó como un frente agrupando diversos partidos y fuerzas políticas liberales, fundamentalmente el PRO, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica). Como vemos, la deuda es una gran “canasta” que se volvió insostenible al incrementarse el riesgo de renovación y fundamentalmente el cambiario.

La AGN
La Auditoría General de la Nación (AGN) es un cuerpo colegiado que está a cargo de siete miembros designados cada uno como Auditor General. Seis de dichos auditores generales son designados por resoluciones de las dos Cámaras del Congreso Nacional, correspondiendo la designación de tres a la Cámara de Senadores y tres a la Cámara de Diputados, observando la composición de cada Cámara. Según el artículo 85 de la Constitución Nacional, el presidente del organismo es designado a propuesta del partido político de oposición con mayor número de legisladores en el Congreso e interviene necesariamente en el trámite de aprobación o rechazo de las cuentas de percepción e inversión de los fondos públicos.
El colegio de auditores de AGN aprobó por mayoría esta semana, el estudio realizado sobre el préstamo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le otorgó al Ingeniero Mauricio Macri durante su presidencia. Esta auditoría es la primera en realizarse sobre un préstamo otorgado por dicho organismo de crédito internacional. Según indicaron, se detectaron numerosas irregularidades y se advirtió que por la magnitud y características del acuerdo se “impactó de manera adversa en la estructura de la deuda y sus riesgos”. Además, el organismo nacional determinó que ese crédito «incumplió con la normativa prevista».

Sin prurito
Resultó llamativa la falta de prurito cuando el Ingeniero Mauricio Macri, en una entrevista a la CNN en Español en el año 2021, aclaró que al préstamo del FMI “lo usamos para pagar a los bancos comerciales que se querían ir”. A esto lo confirmó la Auditoría General de la Nación al remarcar que «casi el 30% de los desembolsos se usaron para financiar la salida de capitales financieros por el préstamo y además se pagaron comisiones y gastos al FMI por más de trece mil millones de pesos». El acuerdo con el FMI tenía previsto originalmente desembolsos por 57.000 millones de dólares en total, pero sólo se alcanzó a tomar por 44.500 millones de dólares. ¡Menos mal!

La evidencia
Con la información brindada por la Auditoría General de la Nación esta semana, se puso en evidencia la existencia de una grave serie de irregularidades como por ejemplo: relevantes incumplimientos normativos; falta de autorización del endeudamiento; la omisión en la aplicación de los procesos específicos para préstamos multilaterales; la inexistencia del dictamen del Banco Central de la República Argentina (BCRA) sobre el impacto de la operación en la balanza de pagos; la firma del Acuerdo por parte de funcionarios sin facultades legales para hacerlo; incumplimiento de los requisitos regulados por la resolución 108/09 que impidió que se analice la viabilidad de la operación; incumplimiento al no ser formalizado el acuerdo por la Ley de Presupuesto ni por ley específica que implicó la falta de intervención del Presidente y del Congreso; e incumplimiento en la documentación de respaldo, pues los expedientes fueron generados con posterioridad a la firma del acuerdo. Todo un combo interesante, por cierto.
Según analistas de El Cronista Comercial y Ámbito Financiero “el primer dato saliente es el salto de la deuda en relación al Producto Bruto Interno que, apenas en un año, saltó del 56,5% al 85,2%. También creció en relación al stock de reservas, del 235% al 245% y en relación a las exportaciones del 176% al 212%.
Mientras tanto, se profundizó el riesgo cambiario (más del 84,1% de la deuda se nominó en moneda extranjera) y el de liquidez y renovación: el 30% de las emisiones entre el 2019 y 2020 y más del 56% entre 2021 y 2025. De la información surge que el control del límite del endeudamiento establecido por ley se realizó en planillas de cálculo de Excel fácilmente modificables. Además, se detectó un exceso temporal de endeudamiento sobre el límite establecido equivalente a 63.448 millones de pesos y que el ministerio de Finanzas no contó formalmente con una estrategia de endeudamiento”.
A simple vista parece que al paquete del Fondo lo “ataron con alambres”, bien a lo argentino sin dudas.

Leones por corderos
Expresa Raúl Scalabrini Ortiz: “para ser instrumento de dominación, el préstamo requiere el desarrollo de una política económica que converja a su finalidad”. Este endeudamiento representó histórica y políticamente el compromiso más importante jamás antes asumido por nuestro país, a su vez batió un récord en el tiempo para su otorgamiento y cantidad desde el origen mismo de la creación del FMI. Fue algo que no registra precedentes. Tan grave que representó 127 veces la capacidad de endeudamiento de nuestro país. Así las cosas, en 2015 el gobierno de la Alianza Cambiemos recibió una Nación que debía el 37,46% del Producto Bruto Interno (PBI) pero en 2019 la entregó con una deuda de casi el 95% de ese PBI.
La deuda que se contrajo fue tomada por quienes se encuentran en este tiempo realizando acciones políticas electorales en nuestra provincia y desde celulares que inician en 011, condicionando con ello el desarrollo humano, la inclusión social y la movilidad social ascendente. Nos entregaron a 100 años, no vieron oportunamente a la economía con rostro humano y, por sobre todas las cosas, no la concibieron con un marco de referencia a lo social. De esa deuda hoy debemos pagar las consecuencias. Los mismos que nos entregaron son los que ahora vienen a querer salvarnos. Nos usaron como carne de cañón para lograr sus ambiciones personales y sectoriales de poder. Un acto totalmente egoísta e irresponsable.

 

(*) Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Concepción del Uruguay desde el 2019. Presidente de Bloque Concejales del PJ 2017-2019. Presidente Comisión Hacienda y Presupuesto 2015-2019. Decano del Colegio Mayor Universitario de Santa Fe 2003-2004.