JORNADA LABORAL. ¿Cuántas horas se trabaja en América Latina?

El Congreso de Chile aprobó el martes último reducir la jornada laboral semanal de 45 a 40 horas, convirtiendo a ese país en la nación de América Latina con la semana de trabajo más corta.
La propuesta, que fue sancionada por la Cámara de Diputados luego de su aprobación unánime en el Senado, reduce gradualmente las horas de trabajo en un plazo de cinco años.
Al año de su aplicación se reducirá la jornada a 44 horas semanales. A los tres años el límite será de 42 horas y al cabo de un lustro se llegará a las 40 horas, que es el tiempo de trabajo recomendado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La ley prevé la posibilidad de trabajar cuatro días y descansar tres (a diferencia de la legislación actual, que obliga a un mínimo de cinco días laborales). Y contempla la posibilidad de hacer un máximo de 5 horas extras por semana (hoy se pueden hacer hasta 12 horas extras).
Tras esta aprobación, Chile queda en línea con la mayoría de los otros 38 países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) donde también está vigente la semana laboral de 40 horas.
Las únicas excepciones son Australia, Bélgica, Dinamarca, Francia y Países Bajos, donde se trabaja menos de 40 horas, y Alemania, Colombia, Costa Rica, Irlanda, Israel, México, Reino Unido, Suiza y Turquía, donde se trabaja más.

La situación en la región
En una comparación mundial, el promedio de horas semanales trabajadas en América Latina y el Caribe (39,9 horas) es bastante menor que en los países árabes (44,6 horas), los de Asia-Pacífico (47,4 horas), Asia del este (48,8 horas) y Asia del sur (49 horas). En cambio, es mayor al de Europa occidental (37,2 horas), América del Norte (37,9) y África (38,8 horas) según datos de 2019 recopilados por la OIT.
¿Significa esto que en América Latina se trabaja poco? En absoluto. Lo que ocurre es que en algunos países sólo se mide el tiempo trabajado en el sector formal y no en el informal, o el trabajo “en negro”, donde hay más trabajadores que sólo consiguen empleo por hora, lo que baja el promedio.
Según la OIT, que aprobó su convenio sobre la semana laboral de 40 horas en 1935, trabajar más aumenta la cantidad de accidentes laborales y los problemas de salud, pero no garantiza más productividad, dado que hay más fatiga.