El Secretario de Gobierno accedió a una entrevista, se refirió al reordenamiento del tránsito y valoró los controles.
Por: Matías Dalmazzo
El brutal incremento del parque automotor en Concepción del Uruguay, generó la necesidad de trabajar en iniciativas para controlar el tránsito. A diario, ya sea en la calle o en redes sociales, vemos situaciones desopilantes con conductores estacionando o circulando por zonas indebidas.
Con el objetivo de analizar esta problemática, llegamos hasta el despacho de Juan Martín Garay, actual Secretario de Gobierno municipal, quien desde hace tiempo es la cara más visible del reordenamiento vial en la ciudad.
-Cuando se generan políticas viales ¿se tienen presentes las diferentes complicaciones en las calles de la ciudad, que varían según el horario?
-Sí. Se piensa, se trabaja y directamente se ejecuta. Nosotros formamos parte de un plan de saneamiento vial, que fue gestionado por quienes gobernaban en ese entonces, pero a instancias de quien era el director del hospital Justo José de Urquiza en ese momento y hoy es el intendente, Martín Oliva. Junto a la cooperativa Río Uruguay Seguros, que ofició de intermediaria, nos vinculamos municipalmente con CESVI (Centro de Experimentación y Seguridad Vial).
A través de esta iniciativa, se trabajó durante muchos años al respecto. De hecho hemos generado, en mi caso durante la anterior gestión cuando era concejal y luego desde el ejecutivo, diferentes cambios de sentidos de circulación.
Colocamos 434 carteles de señalética vial en diferentes zonas, principalmente en inmediaciones a 18 instituciones educativas de la ciudad y en el tránsito que va al balneario Banco Pelay.
Tratamos de mantener un resguardo de la comunicación visual a través de la cartelería, para que quienes están en algunos lugares sepan dónde se puede parar y los cuidados que deben tener.
-¿Te acordás de las arterias viales que cambiaron de sentido?
-Hemos hecho una restructuración del tránsito en diferentes sectores. La calle Belgrano, entre los bulevares Constituyentes y Díaz Vélez, ya no es doble mano; producto de haber pavimentado íntegramente la calle Estrada.
Por otra parte, frente al cementerio, sobre calles Pablo Metz y Nunca Más, establecimos nuevos sentidos de circulación e iniciativas tendientes al reordenamiento vial frente a la escuela Manuel Belgrano. Esta es una zona de muchísima circulación en horarios picos.
-¿Qué les dirías a quienes aseguran que no se está trabajando en el tránsito de la ciudad?
-Sí se hacen cosas, pero debemos tener un diálogo de ida y vuelta entre los vecinos y nosotros, los circunstanciales funcionarios públicos. Estamos trabajando en este sentido y ahora queda una convivencia entre todos, para que la comunidad pueda llevar adelante las mejores normativas viales.
Es cierto que hay conflictos que se generan a diario, pero estamos avanzando en todo lo que tiene que ver con comunicación y formación. Con respecto a la seguridad vial de motos, además de los habituales controles que hacemos junto a la policía de Entre Ríos, generamos también un incentivo que va más allá de la entrega de un elemento particular como es un casco.
En el marco de la vinculación con el Observatorio Vial de Entre Ríos, hemos entregado más de 240 cascos durante 2022; pero esto va más allá de un elemento particular que a razón de hoy vale unos 35 mil pesos. A cada una de las personas con las que hemos interactuado, se las capacitó sobre la responsabilidad de ir arriba de una moto.
-¿A quiénes apuntan con las capacitaciones que dictan?
-A personas de entre 18 a 35 años, divididos entre las que se dedican a trabajar con una moto (mensajeros o recicladores) y estudiantes que cursan en diferentes instituciones educativas.
Al mismo tiempo seguimos trabajando en la generación de conciencia y controles que hacemos diariamente, ya sea en horarios diurnos o nocturnos. Reforzamos la presencia de agentes durante los fines de semana de noche.
-¿Trabajan en sintonía con municipios de la zona, para igualar normativas viales en la región?
-Junto a otros municipios del país que se adecuaron a la iniciativa, participamos de un Plan Federal de Alcoholemia. Este es un operativo que coordina la Agencia Nacional de Seguridad Vial, a la hora de recabar datos de diferentes puntos del país y así conformar una base nacional.
En Concepción del Uruguay, dado los controles que realizamos, bajaron muchísimo los casos positivos de alcoholemia en conductores.
Esto ocurre en virtud de la preocupación que existe sobre el alcohol al volante, ya que las estadísticas demuestran que la franja de jóvenes que existe entre los 18 y 35 años, es donde se generan la mayor cantidad de accidentes fatales por ingesta de bebidas alcohólicas por parte del conductor.
El 90 por ciento de los accidentes de tránsito son a causa de errores humanos, entonces el hecho de verificar y hacer controles permanentes se traduce en la disminución de un 70 por ciento de accidentes en este sentido.
Es muy positivo realizar este tipo de controles, aunque por ahí existen algunos a los que les molesta esta actividad o hacen cuestionamientos de por qué les toca a ellos y no a otros. Lo cierto es que los controles hay que hacerlos, pero no se puede llegar a todas las personas y a la totalidad del parque automotor de una ciudad de casi cien mil habitantes.
-¿Está vigente el alcohol cero para conductores?
-Existe una ordenanza, la 9080, por la cual se adhiere a una normativa provincial donde la tolerancia del alcohol en sangre a la hora de conducir es cero.
¿Está prohibido beber alcohol en la ciudad? No, cada uno es libre de hacer lo que le plazca dentro de la medida que no perjudique a otras personas. En todo caso, lo que no está permitido es el alcohol al volante.
Para esto, está vigente el mecanismo del “conductor designado” Cada uno que quiera beber o celebrar, debe elegir a otra persona para manejar. De esta manera se evitan accidentes y uno nunca sabe a quién le termina salvando la vida.
Lo cierto es que tenemos muchos datos, por los cuales evidenciamos que se han disminuido la siniestralidad en este sentido. Si bien no podemos abarcar a la totalidad de los conductores, el hecho de instalar los controles y que se vuelvan una costumbre, implica el cuidado que tienen muchos respecto de esto y buscan evitar ser sancionados con alguna multa.
-¿Cuáles son las sanciones?
-Eso lo define el Juzgado de Faltas, nosotros realizamos las actuaciones de fondo y como primera medida retenemos el vehículo. Luego las actuaciones son giradas automáticamente al fiscal administrativo municipal, que tiene un plazo de 24 horas para verificar la legalidad de lo actuado. Verifica en representación del pueblo, si lo actuado está bien o mal, realiza sus observaciones y lo remite al juzgado de faltas; donde se analizan las sanciones correspondientes.
-¿Qué herramientas usan para controlar el alcohol en sangre?
-El municipio cuenta con tres alcoholímetros cedidos en comodato por la Agencia Nacional de Seguridad Vial y homologados cada seis meses por el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) A su vez, durante esta gestión adquirimos otro por un valor cercano a los 600 mil pesos.
También contamos con un etilómetro, que sirve para salir del paso rápidamente ante un accidente o requerimiento de la policía. Con esta herramienta, se puede saber si el conductor que protagonizó un accidente tenía alcohol en sangre, nada más. No emite ningún ticket, pero puede derivar en que la justicia reclame un análisis de sangre.
En este mismo sentido, el juez de falta también está obligado por Ley Nacional de Tránsito, de lo contrario incumpliría los deberes de funcionario público, a retener la licencia del infractor o infractora. De acuerdo a la graduación alcohólica, el magistrado debe definir si retiene la licencia por 30, 60 o 90 días.
Nosotros no intervenimos en ningún aspecto de sanción, junto a policía de Entre Ríos realizamos los controles de alcoholemia en sangre y la tenencia de la documentación necesaria para circular (carnet, cédula verde, tarjeta azul y seguro) Si hablamos de motos, lo mismo sumado al uso de casco.
