El actual concejal Aldo Montañana y el ex militar retirado Daniel Delzart aparecen como los únicos apuntados en La Histórica por fuera de las dos alianzas electorales mayoritarias. Uruguay se Puede, Integración Uruguayense y Uruguay para Todos decidieron sumarse a Juntos por el Cambio.
Por Mariano Osuna
A un mes de la decisión final sobre el desdoblamiento o la simultaneidad de los comicios en Entre Ríos, el próximo 27 de abril, los diferentes sectores políticos de Concepción del Uruguay definen sus estrategias electorales. Como anticipó LA CALLE, los nombres del oficialismo abarcan al ex vicegobernador José Lauritto; al viceintendente Ricardo Vales; al titular del Instituto Autárquico de Planeamiento y Vivienda (IAPV), Marcelo Bisogni; al jefe de gabinete local, Yari Seyler; al director del proyecto de restauración del Museo Nacional Palacio San José, Rubén Delsart; al secretario general de la Federación Entrerriana de Sindicatos de Trabajadores Municipales (FESTRAM), Mario Barberán; e incluso al actual presidente municipal, Martín Oliva, a la espera de resoluciones judiciales sobre la interpretación de sus mandatos. En la otra vereda, los precandidatos de Juntos por el Cambio son el ex presidente de la Sociedad Rural local, Juan Ruíz Orrico; el ex referente del vecinalismo, Aníbal Steren; y el empresario Jorge Sittoni.
En ese mapa electoral, con un panorama de polarización a nivel nacional y provincial entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, emerge la incertidumbre sobre el rol del vecinalismo en La Histórica. En 2019, compitieron tres propuestas de este perfil: Uruguay se Puede, encabezada por el mencionado Steren; la Confederación Vecinalista de Entre Ríos, con el referente de Integración Uruguayense, Mariano Farías; y Uruguay para Todos, con la candidatura de Carlos Ardaiz. De las tres opciones, la primera se colocó como tercera fuerza electoral y logró una banca del Concejo Deliberante, que asumió Aldo Montañana.
En el camino, con los comicios de medio término de 2021, los tres partidos vecinales decidieron correrse de la avenida del medio y sumarse a la principal alianza opositora. Uruguay se Puede se incorporó a Juntos por el Cambio luego de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), mientras que los otros dos sectores lo hicieron previamente. Los daños colaterales de esa determinación, especialmente para el tercer frente más votado de 2019, forzaron el quiebre con Montañana tras su resistencia a la idea de extinción de la experiencia vecinalista, o más precisamente de una supervivencia supeditada a la alianza nacional. La expulsión del Edil fue la estrategia elegida por parte del grupo político, conducido por Steren, con la argumentación que en determinado momento renunció a la participación partidaria, comenzó a mostrarse en soledad en actos y eventos, y dejó de consensuar la agenda legislativa. De fondo, siempre estuvieron las diferencias insalvables sobre el futuro del espacio y la resolución del ingreso a la coalición conformada por el PRO, la UCR, el GEN, la Coalición Cívica y el reciente alistamiento del Partido Socialista.
Montañana, de pasado comerciante y docente, ya anunció que será precandidato a la intendencia, con el propósito de mantener ese porcentaje de representación vecinalista que ocupó Uruguay se Puede. Atrás quedaron los cruces por la ruptura de 2021 y las razones de la expulsión. Algunos ex integrantes de ese grupo prefirieron también su alejamiento para acompañar al actual Concejal en esa tercera vía. A la espera de confirmaciones sobre el nuevo sello para las urnas, que varios denominan como Nueva Esperanza, y respecto al segundo nombre del binomio estelar, ya se conocen piezas gráficas con propagandas y lenguaje proselitista.
El otro nombre lanzado, que surge desde una lista autónoma a los dos frentes mayoritarios, es Daniel Delzart, un suboficial del Ejército retirado, que tuvo participación pública durante el año pasado con diversos reclamos del barrio “El Remanso”, y que fue candidato a concejal, en tercera posición, en la lista del vecinalismo que lideró Steren. Su nueva incursión será con la Confederación Vecinalista, herramienta que utilizó Farías hace cuatro años, con el fomento de la candidatura a la gobernación de Alberto Olivetti. En 2019, el mismo sello también compitió por la sucesión del sillón crucial de Casa Gris, donde cosechó 14.649 votos, quedando en tercera posición, por encima de Nueva Izquierda, el Partido Ser, y el Partido Socialista.
Aunque la posible separación de los comicios es un elemento que interviene en el escenario electoral, la polarización será determinante respecto a las chances de las dos opciones del vecinalismo, más en un contexto donde las referencias previas de esa porción electoral, e incluso el Partido Socialista, terminaron absorbidos por la dicotomía consolidada.