David Bueno
Hace justo un año, un estudio realizado en Australia indicó que, en promedio, los motociclistas se sienten más felices cuando conducen su moto que los automovilistas su auto. Trabajaron con moteros que realizan salidas tranquilas por rutas, lejos de las grandes ciudades, lo que en inglés se llaman open roads. Más de la mitad de los sujetos estudiados dijeron sentir efectos positivos sobre el estado mental, y muchos afirmaron que, en parte, mantienen esta afición por este motivo. Una primera explicación podría ser que las personas que lo hacemos ya estamos predispuestas por lo pronto a sentirnos felices cuando conducimos. Sin embargo, un trabajo científico realizado por investigadores de la Universidad de California publicado recientemente en la revista especializada Brain Research demuestra la existencia de efectos hormonales y neuronales reales que permiten explicar las percepciones de felicidad, los efectos positivos sobre el estado mental y el sentimiento de libertad que experimentamos cuando conducimos tranquilamente una moto. Los resultados que obtuvieron indican que conducir una moto en estas condiciones activa las redes neuronales de la atención y de discriminación sensorial de una forma significativamente más elevada que conducir un auto, lo que se relaciona con la mayor exigencia física y mental que implica. También detectaron que, en promedio, conducir una moto incrementa la producción de adrenalina y disminuye la de cortisol en una tasa también mayor que conducir un coche. El cortisol es una hormona que se relaciona con el estrés, lo que significa que conducir una moto por una open roades es más desestresante que conducir un auto. Precisamente, la disminución de estrés genera sensaciones de bienestar, y esto es justo lo que reconocen a los sujetos estudiados en el primer trabajo. También influye en este bienestar el sentirse parte de un colectivo amplio y transversal, aunque se viaje solo. Por otra parte, el incremento de adrenalina provoca un aumento del flujo sanguíneo en el cerebro, lo que implica que este órgano reciba más oxígeno y glucosa, las moléculas que utiliza para obtener la energía que necesita para funcionar. Este hecho permite que el cerebro funcione con mayor eficiencia y, al mismo tiempo, activa procesos mentales relacionados con la motivación. Los que, a su vez, resultan fisiológicamente placenteros y confieren una mayor percepción de empoderamiento. Es la sensación de mejora del estado mental y de libertad que muchos asociamos al conducir nuestras máquinas tranquilamente por open roads.