
El intendente de Paraná, Adán Bahl, uno de los dirigentes que aspira a suceder a Gustavo Bordet en la Casa Gris, comenzó una ronda de conversaciones con dirigentes políticos. Estuvo con el presidente municipal de Concepción del Uruguay, Martín Oliva, con Adrián Fuertes y con el intendente vecinalista de Colón José Luis Walser.
El nombre de Bahl es repetido con insistencia en algunas agrupaciones del peronismo entrerriano a través de comunicados y declaraciones de sus referentes, quienes lo presentan como el mejor candidato para retener el gobierno en la provincia.
Algunos de sus pares dan por hecho que será el elegido de Gustavo Bordet. Según Página Política, el jefe comunal de Federal, Gerardo Chiapino, lo dijo en voz alta: “Para mí Beto tiene el perfil que necesitamos en el justicialismo para hacer frente a una candidatura a la gobernación de Entre Ríos”.
Aunque, según se aclaró, ese tipo de definiciones deben hacerse “en el modo Bordet”: sin mucha pompa y evitando general malestar en otros sectores internos, al menos, por el momento. No por casualidad, los encargados de imagen del propio Bahl recomendaron difundirlas “quirúrgicamente”, para que el mensaje llegue “a quien tiene que llegarle”.
Bahl aseguró recientemente en medios locales que “recién en el mes de marzo ya habrá alguna determinación, el peronismo tiene muy buenos candidatos”. Pero su exposición pública, sus fotos juntos a Bordet recorriendo obras, y el ritmo de su actividad política ha crecido exponencialmente desde que comenzó la segunda quincena de enero.
Laura Stratta, que también tiene pretensiones, afirmó el viernes en Paraná: “Lo mejor que podemos hacer nosotros es trabajar fuerte y poner lo mejor para seguir siendo gobierno en el 2023”. La vicegobernadora es otra de las figuras que se erige en el oficialismo como integrante de la eventual fórmula que compita en las elecciones de este año, ya sea como cabeza de fórmula, o repitiendo el cargo que ejerce.
La danza de la lluvia
En el PJ entrerriano, muchos coinciden en que será el gobernador quien determine a su sucesor.
Otro de los nombres en danza que se escucha cada vez con más fuerza es el de Juan José Bahillo.
Sin dudas que su acercamiento al ministro de Economía, Sergio Massa, y su visibilidad como Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, le han dado un peso específico importante, pero también esa plataforma para sus aspiraciones políticas puede resultarle endeble o, incluso, hasta perjudicial en caso que su coqueteo con las entidades agropecuarias y sus gestos hacia la Mesa de Enlace y los productores de la provincia se deteriore. Habrá que ver qué suerte corre Bahillo cuando, como es de suponer, no consiga satisfacer el apetito insaciable del sector agrario.
Por ahora, baila la danza de la lluvia y revisa d reojo el pluviómetro, que serpa la mejor métrica para medir su imagen.
Como sea, Bordet tiene margen hasta el 27 de abril para decidir sobre el cronograma electoral. Hace más de un año que guarda silencio al respecto, escaneando la realidad de la economía del país, convencido de que será el bolsillo de los votantes y no ninguna otra cosa la que decida su voto. Al fin y al cabo, los números y la mesura son su santo y seña. Defecto profesional o no, prefiere ceñirse a esos datos antes de mover cualquier pieza.
La prudencia en política es una virtud, aunque a muchos los altere la impavidez.