Una avispa europea del papel (Polistes dominula) ataca a la oruga de una mariposa monarca (Danaus plexippus) en un jardín de Christchurch, Nueva Zelanda. Las avispas son la mayor amenaza para la monarca en todas las etapas de la vida, desde el huevo y la oruga hasta la crisálida y la mariposa. Las mariposas monarca están disminuyendo no sólo en Nueva Zelanda, donde se las registró por primera vez a mediados del siglo XIX, sino globalmente. Nativas de América del Norte y del Sur, se expandieron hacia otros lugares cálidos donde crece la planta conocida en Argentina como flor de sangre (Asclepias curassavica). Sin embargo, su población mundial ha disminuido en un 80%, según los expertos, y en América del Sur ya no existen. Los colores vivos de las monarca disuaden a sus depredadores ya que sugieren feo gusto y veneno. Pero no a la avispa de papel, una especie invasora presente en la Argentina desde el 2003.
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