El gobernador extendió por un año la prohibición de cualquier tipo de quemas en el territorio provincial. Las altas temperaturas y la escasez de lluvias motivaron la decisión. La situación de las cuencas hídricas sigue vigente y se ve agravada por incendios rurales y forestales.
En vísperas de la finalización del plazo establecido en el decreto de emergencia ambiental del año pasado, que vencía el 18 de enero de 2023, el gobernador Gustavo Bordet prorrogó la medida por un año más. La decisión se sustenta en la continuidad de la emergencia ígnea declarada por el gobierno nacional y en las altas temperaturas, escasez de lluvias y bajante histórica del río que predominan en esta época del año, en la provincia y el país.
El nuevo decreto renueva los considerandos del original dispuesto en agosto del 2020, extendiendo la medida, que en principio abarcaba departamentos de la zona sur de Entre Ríos, a todo el territorio provincial.
Cabe aclarar, además, que está prohibido realizar cualquier tipo de quemas en todo el territorio provincial. En noviembre pasado, la Secretaría de Ambiente emitió la resolución que tiene vigencia hasta el 28 de febrero de 2023, pero que podrá extenderse en función de las condiciones meteorológicas que se presenten a futuro.
Combate del fuego
Actualmente, hay dos comandos operativos instalados con brigadistas y medios aéreos que trabajan de manera para extinguir los incendios en islas del Delta entrerriano. Uno está instalado en Alvear (Santa Fe) y el otro más al sur en San Pedro (Buenos Aires). Interviene personal de las tres provincias que a diario combaten por tierra y aire los focos ígneos, con medios aéreos de nación y las provincias.
Además, en el resto de la provincia, los bomberos voluntarios locales trabajan a diario para atender incendios en forestaciones y pastizales, con el apoyo de los municipios de cada comuna.