Un niño posa frente a un mural de su héroe, Lionel Messi, antes de los cuartos de final del Mundial contra Holanda, en la ciudad de Sylhet, Bangladesh. La razón por la que 180 millones de bangladesíes apoyan tanto al seleccionado argentino tiene nombre y apellido: Diego Armando Maradona. Es que el resentimiento del pueblo asiático contra Inglaterra comenzó a crecer desde 1942, cuando el Reino Unido les cortó los suministros, bajo la creencia de que Bangladesh podía llegar a colaborar con Japón en la Batalla de Singapur. Ese bloqueo provocó la “Hambruna en Bengala” de 1943. Cuarenta y seis años después de aquel conflicto, Bangladesh recibiría un guiño: fue en el Mundial de México 1986, cuando Maradona se puso al hombro a la selección y eliminó a Inglaterra. En Qatar viven más bangladesíes que qataríes y todos, como se ha visto en este Campeonato Mundial, hacen fuerza por el equipo de Messi.
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