La foto del día

Vivimos rodeados de publicidad. Todos los días, se nos presentan miles de anuncios, pero ¿les prestamos atención? Nos hemos acostumbrado a ellos, por lo que los ignoramos. Esta es parte de la razón por la que las empresas buscan constantemente nuevos lugares para vendernos sus productos, casi siempre a expensas del buen gusto y los espacios públicos. En su gran mayoría afean el paisaje y cuando nos ofrecen una ilustración estética o un mensaje valioso, permanecen muy poco; terminada la campaña las estructuras vuelven a estropear el entorno. Paradójicamente, apenas nos resistimos a la privatización de estos espacios, mientras que en internet utilizamos algunas aplicaciones que suprimen la publicidad porque consideramos al continuo asalto de banners como una invasión a nuestra privacidad. Necesitamos volver a poner los ojos en esos carteles y revisar nuestra convivencia con los anuncios.