“La música siempre fue un recurso valioso”

La artista uruguayense se refirió a la música y su vida.

Es la cara visible de “Inocentes”, una banda de gran presente.

Por: M.D.

Pese al avance de determinados géneros musicales, la cumbia parece ser un clásico difícil de erradicar; mucho menos ahora que sus letras volvieron a reflejar historias de amor y aspectos más personales. Pareciera que lentamente se fue dejando de lado el culto al ámbito tumbero, tan explotado y difundido en décadas anteriores. En esta actualidad musical, hace seis meses surgió Inocentes en la escena local, una banda dedicada pura y exclusivamente a la cumbia. Dai Reyes es una de las integrantes de este proyecto musical; una vocalista dispuesta a explotar su presente, proyectar el futuro y aplicar sus conocimientos musicales en el día a día: “La música siempre fue un recurso valioso, para trabajar cualquier tipo de situación”, analizó la entrevistada en uno de los pasajes de la entrevista.

-¿Cómo y a qué edad te diste cuenta que te gustaba el canto?
-Es un poco difícil de establecer en realidad, ya que en mi casa, si bien no eran profesionales, mis padres eran cantantes. Siempre hubo música, los dos tocan la guitarra y siempre existió la guitarreada después del asado. Esto siempre fue habitual en mi casa, mucha música de fondo todo el tiempo. A los nueve años aproximadamente, empecé a ir al coro de la iglesia Santa Teresita, que nos quedaba cruzando la calle. Ahí empecé a cantar y a la vez hice unos talleres de guitarra que se dictaban en Don Bosco. Mi mamá tenía una guitarra, me la prestaba y comencé con el profesor Madalena; con él fueron mis primeros encuentros con la música.
Hoy le tengo que agradecer mucho a este profesor, ya que tocaba un poco la guitarra con él, pero no me animaba a cantar en público. En el coro sí lo hacía, ya que era grupal, pero eso de cantar sola y que la gente me quede mirando de frente no me salía. Mi hermana era más caradura y se largaba a cantar sin problemas, yo era muy tímida en ese sentido.

-¿Alguna vez soñaste con estar al frente de una banda y arriba de un escenario?
-Toda la vida soñé con estar arriba de un escenario y al frente de una banda; aunque era muy difícil lo de mi timidez, sumado a que después creía que no era lo suficientemente buena como para hacerlo. Fue un proceso bastante largo. Con 17 años me fui a vivir y cursar una carrera a Buenos Aires. Ahí, además de la facultad, me decidí a estudiar canto; me acuerdo de todas mis profesoras. Luego de diez años de estudiar canto, por suerte puedo estar arriba de algunos escenarios.

-¿Cómo te describirías como cantante? ¿Cuáles son tus referentes musicales?
-Siempre escuché y me gustan diversos estilos de música, pero hoy en día me dedico un poco más a la cumbia; ya que es el proyecto actual. En su momento canté rock, pop melódico, tango y folclore. Siempre digo lo mismo, a mí me gusta cantar y transmitir; el género no me parece un factor limitante.
Tengo muchos referentes musicales; desde Luís Alberto Spinettta, Juan Carlos Baglietto y Fito Páez; hasta Adele o Amy Winehouse. Escucho mucha música y hay muchos artistas que me agradan, pero no tengo uno específico. Del género cumbia, Ángela Leiva es una cantante que me gusta mucho.

-¿Qué lugar ocupa la música en tu vida?
-A la música la tengo conmigo desde que soy muy chiquita, ya que siempre me fue atravesando a lo largo del tiempo. En muchas situaciones distintas, creo que la música me ha salvado y ayudado para salir adelante. No concibo la vida sin música.
Puede tener sentido y a la vez no, pero trabajo con chicos sordos. Estudié profesorado de educación especial, hice la especialización en chicos sordos, soy especialista en autismo y la mayoría de estos chicos tienen trastornos en el lenguaje y la comunicación. La música, en este sentido, ha sido una herramienta clave para muchos apoyos que he podido darle a mis pacientes, alumnos y familia; ya que mi hijo tiene autismo. Puedo decir que la música me sana a mí y va haciendo, en la medida de lo posible, una especie de colaboración para poder ayudar a los chicos.
La música siempre fue un recurso válido y valioso, para trabajar cualquier tipo de situación. Eso va a depender siempre de los gustos e intereses de cada niño. Si viene un nene y me dice que le gusta Daddy Yankee, entonces empezamos con una canción de ese artista. Si a otro nene, que sabemos por la mamá que le gusta Adriana, arrancamos con temas de ella. Siempre, con este tipo de trabajo, se parte del interés del niño. En ese sentido la música es muy valiosa, tenes para usar lo que quieras: en cualquier ritmo y para cualquier edad. El hecho de cantar y cambiar el tono de la voz hablada a la voz cantada, hace que en algunos casos, sobre todo los niños no verbales, te presten atención; ante un simple cambio de melodía y rítmica de la voz. La musicoterapia es otra cosa, podemos decir que es otro cantar y no es mi especialidad. Uso el canto como recurso, porque es algo que tengo incorporado y a la vez trabajo en educación especial.

-¿Hasta dónde te llevó la música sin darte cuenta?
-La verdad es que empezamos sin darnos cuenta, somos una banda nueva que comenzamos a sonar el 4 de diciembre y por suerte no paramos desde ese momento. Nos llamó mucho la atención la respuesta del público, pero al mismo tiempo es producto de muchísimo trabajo y dedicación que le pusimos.