Fue a través de un taller formativo con asistentes de ésta y otras ciudades entrerrianas de la costa este.
Se realizó ayer el taller formativo sobre Buenas prácticas en Argentina: género y diversidad desde el enfoque de cambio climático. Fue una actividad organizada por la Secretaría de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación del Ministerio de Ambiente de Nación, junto al Municipio de Concepción del Uruguay, en el marco del proyecto de adaptación al cambio climático del río Uruguay.
Además de uruguayenses, la jornada convocó a participantes de Gualeguaychú, Concordia y San José.
Junto al intendente, Martín Oliva, participó la magíster Cecilia Nicolini, titular de la Secretaría de Cambio Climático de Nación; la secretaria de Ambiente de Entre Ríos, Daniela García; y el viceintendente, Ricardo Vales.
La conjunción de procesos
El cambio climático es producto de procesos políticos, económicos, sociales y productivos particulares que traen como consecuencia un sostenido deterioro de las condiciones ambientales y climáticas, con impactos diferenciales sobre las mujeres y de lesbianas, gays, bisexuales, travestis, trans, intersex, no binaries y otras identidades de género y orientaciones sexuales (lgbtI+) y, consecuentemente, agudiza las desigualdades de género.
Las mujeres, integrantes de la comunidad lgbti+ y varones experimentan el mundo de forma diferenciada como resultado de sus roles de género, entendidos éstos como aquellas normas o actitudes sociales consideradas como propias de cada género en un contexto cultural determinado.
Interacción casual
Existe una interrelación causal entre cambio climático y desigualdades de género:
1. El cambio climático tiende a profundizar las desigualdades de género presentes en nuestra sociedad.
2. Las desigualdades de género incrementan los impactos negativos que enfrentan las mujeres y lgbti+.
En el caso de Argentina, las desigualdades (y, por tanto, la vulnerabilidad) se exacerban en las periferias urbanas y en las zonas rurales a causa de la falta de acceso a derechos básicos tales como agua, salud, educación, vivienda, tierra y transporte público.
Esto dificulta aún más las posibilidades de adaptación frente a los efectos del cambio climático.
Mujeres indígenas y campesinas, por ejemplo, viven en condiciones de aislamiento (debido a que quedaron desplazadas a áreas marginales de producción) que se traduce en una mayor exposición al riesgo y en una menor capacidad de responder a los impactos del cambio climático.
La transversalización de la perspectiva de género y diversidad en la política pública implica analizar y diagnosticar diferentes situaciones considerando la perspectiva de género como una dimensión fundamental para entender las desigualdades estructurales y las circunstancias particulares que cada colectivo experimenta. Esta mirada pone el foco y problematiza el entrelazamiento entre los factores culturales que han operado históricamente en la construcción de roles y estereotipos y las posibilidades de acceder a recursos o espacios de poder y decisión.
Es necesario desarrollar políticas para garantizar el acceso a recursos materiales que favorezcan la independencia de mujeres y lgbti+ y fortalezcan la toma de decisiones respecto de los cuidados ambientales.
Esta perspectiva, atravesada por una lógica comunitaria de gestión de los conflictos, el apoyo técnico y económico y la participación real en decisiones sobre estas temáticas, es fundamental para construir políticas climáticas sustentables e igualitarias que hagan foco en la habitabilidad de los espacios en los que se vive
La relevancia del compromiso
En este marco, la responsable de la Secretaría de Cambio Climático, Cecilia Nicolini, destacó “El compromiso de la ciudad y la provincia con el cambio climático”, al tiempo que reseñó la importancia de que género y cambio climático caminen de la mano.
“En este plan, que estamos trabajando, una de las herramientas transversales que tomamos es la perspectiva de género, porque, si algo debemos tener en estos planes, es una visión que nos incluya a todos. La perspectiva de género es importante para los lugares que habitamos y que el desarrollo de las mujeres con esta perspectiva de cambio climático las pueda incluir”.
Por su parte, la secretaria de Ambiente de Entre Ríos, Daniela García, fue clara al afirmar: “De nosotros, nosotras y nosotres depende esta gestión, que esperamos tenga un impacto en la mitigación de lo que estamos viviendo: las bajantes extraordinarias de los ríos, los incendios en las islas del Delta. Celebro que incluyamos al género en esta discusión”.
También con las universidades
“Desde la academia, el ambiente y el género nos importan y podemos demostrarlo con acciones concretas”, expresó el intendente de Concepción del Uruguay, Martín Oliva, luego de que, junto a las funcionarias de la Nación y de la Provincia, se reuniera con los responsables de las casas de altos estudios de la ciudad. No obstante, remarcó la consigna de “aprender, respetar y sumarnos, y hoy lo que estamos haciendo es eso, aún con todos los bemoles que en esta época implica hablar del ambiente”.