Pincelada de campaña

Por Juan Martín Garay (*)

Si bien el año no es electoral (no hay elecciones sino hasta el año que viene), claramente los posicionamientos y aspiraciones empiezan a dejar ver un panorama preelectoral. Por más extemporáneo que sea esto, y aún lejos de lo que realmente le importa por estas horas a la gente, en estos meses nos vamos a encontrar condicionados por una “Campaña Negativa” que irá afianzándose cada vez más, que utiliza el principio del carbón: “si no quema, al menos tizna”. Algo que además suma al cansancio social, tornándose en un recurrente y exacerbado hartazgo.

La campaña

Esta campaña está estructurada con proyecciones negativas de las circunstanciales personas adversarias entre sí (con ver medios nacionales o redes sociales alcanza para apreciarlo). La estrategia sólo es mostrar ante la opinión pública, al otro, como representación de personajes nocivos con pasado oscuro que amenazan y ponen en riesgo la reputación, credibilidad y la consolidación de las instituciones, así como la estabilidad de las finanzas públicas, la prosperidad y el futuro.

Hay dos tipos de campañas negativas:

  • La que es negativa para atacar, calumniar, difamar y denostar a los opositores, con el fin de dañar su reputación, incidiendo negativamente en la credibilidad y confianza de los probables votantes (muchas veces utilizando hechos reales, otros no tanto, algunas veces mintiendo).
  • La que es negativa para generar miedo y ciertos temores entre los electores, para evitar que voten a favor de los adversarios. El objetivo es que se atemoricen y decidan no votar o votar en contra de quien sea objeto de los ataques.

De acuerdo a la necesidad y proyección, se buscará nacionalizar la campaña con un sesgo “anti -alguien-” y en esa senda apuntalar el discurso «del cambio». Aspirarán a ganar la próxima elección resaltando aspectos negativos -reales o infundados- presentándolos como un peligro o amenaza para los votantes; para así restar, minar la reputación, generar dudas, crear desconfianza y dañar la credibilidad exponiendo ante la opinión pública los aspectos, hechos y acciones más desfavorables y cuestionables de determinados dirigentes (varones o mujeres).

La tarea para contrarrestar

Ésta debería estar dada por marcar un objetivo fundado en desarticular la estrategia negativa del adversario político, confrontar las principales fortalezas contra la principal debilidad de la otra parte, su campaña negativa.

Pensando en la gente (realmente y no en forma declamativa) no sería prudente enfocarse en llevar adelante “una Campaña Negativa contra otra Campaña Negativa”. Al nacionalizarse, embarcarse en esto generaría un nuevo “efecto boomerang”, corriendo el riesgo de no obtener un mayor número de votos ni tampoco el hacerse de algunos de los votos del espacio contrario, ese tipo de acción puede resultar totalmente contraproducente. Enfocarse en una campaña de este tipo podría incidir en el aumento del abstencionismo, el voto en blanco y también el nulo, porque la gente demostró estar cansada del conflicto (claramente lo rechaza). El equivocar el mensaje podría inhibir o neutralizar la mayor participación ciudadana. Un grave error, otro más.

La tarea -la clave para el espacio que no quiera ser parte del conflicto sin sentido- debería consistir en “visualizar para desmantelar” la estrategia del miedo. El miedo, al ser descubierto tendería a equilibrarse o desaparecer. El gran desafío es impulsar una campaña intensa donde se gane mayor territorio en la comunicación y mayor comunicación en el territorio, resaltando el espíritu del valor y amor por la patria y donde uno viva, apostando al sentido de pertenencia, enfocándose en lo local como punto de partida para charlar con los vecinos. Otra tarea, no menos importante, lo será el “achicar” la distancia con la gente, algo que claramente no viene ocurriendo.

Unidad de acción

Más allá de las aspiraciones, estaría bueno en forma conjunta tratar de conseguir un punto de cohesión y proyección social que permita el mejor desarrollo “del otro” y su dignidad, ejerciendo una sana manifestación de “la política”; encontrar de esta forma una “unidad de acción”, lo que permitirá revalorizar y reposicionar el concepto de política. Nos debemos la eterna y tardía tarea de reconsiderar la relación “ética” entre fines y medios, ubicando de una vez por todas “al otro como la medida de todas las cosas”; destacando el ideal del bien común y la necesidad de construir una sociedad guiada por la Justicia y la Igualdad

En la evolución histórica, la acción política siempre constituye un poder que organiza la comunidad para orientar lo social, en los términos que mejor satisfagan las aspiraciones generales. La esterilización de esa acción política, en los últimos tiempos, por la afanosa búsqueda personal y sectorial de poder deberá en algún momento arribar a su fin, para fortalecer los lazos de pertenencia solidaria a la comunidad y la construcción de un mismo destino histórico. Enfrentamos un tiempo complejo donde se requieren gestos de grandeza que privilegien la cultural del diálogo y el encuentro, partiendo de la aceptación del otro y creciendo en actitudes de respeto con la mayor responsabilidad posible.

Pensemos juntos en dejar de lado todo lo negativo, incluido las malas y nocivas formas de llevar adelante campañas por quienes sólo buscan justificar el fin último de ganar una elección utilizando cualquier medio posible para ello. Aspiremos entre todos a afianzar el gran valor fundamental de la Justicia, para que se respete la ley, se fortalezcan las instituciones y se consolide una democracia fundada en los valores de la verdad y la vida, de la justicia y la solidaridad, del amor y de la paz. Porque la crisis de representatividad política demuestra discusiones insanas y sin proyectos, sustentando acciones de destrucción del otro como único recurso, con descalificaciones que llegan hasta el hartazgo de los ciudadanos de a pie.

(*) Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Concepción del Uruguay desde el 2019. Presidente de Bloque Concejales del PJ 2017-2019. Presidente Comisión Hacienda y Presupuesto 2015-2019. Decano del Colegio Mayor Universitario de Santa Fe 2003-2004.-