Se trata de Eduardo Made, quien está acusado por el delito de «promoción y facilitación de la prostitución agravada» de adolescentes. El hombre mantuvo encuentros con al menos siete menores de edad en febrero y abril en el hotel Sheraton con el objetivo de ganar su confianza prometiéndoles dinero.
El Juzgado Federal N°1 de Tucumán procesó a Eduardo Made por el delito de «promoción y facilitación de la prostitución agravada».
Si bien el acusado residía en Estados Unidos, donde se desempeñaba como empresario, fue detenido cuando se encontraba en la Argentina, a través de tareas de campo de la Unidad de Investigaciones y Procedimientos Judiciales de Gendarmería Nacional, indicó el MPF.
El hombre mantuvo encuentros con al menos siete menores de edad en febrero y abril de este año en el Hotel Sheraton de Tucumán.
El fiscal Federal N° 2 subrogante de esa provincia, Agustín Chit, a cargo de la investigación, estableció que Made fue responsable de haber contactado a un grupo de adolescentes a través de medios digitales con la finalidad de captarlas y explotarlas sexualmente, lo que materializó al menos a partir de enero de 2022.
Con el apoyo de la delegación local de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) a lo largo de la investigación, Chit determinó que para lograr su objetivo, Made captó a una de las jóvenes, que hoy tiene de 15 años, y la utilizó para que contactara a otras menores de edad de su entorno.
El acusado convencía a las adolescentes y se ganaba su confianza prometiéndoles dinero, apuntaron fuentes judiciales.
El hombre mantuvo encuentros con al menos siete menores de edad en febrero y abril de este año en el Hotel Sheraton de Tucumán, durante sus viajes esporádicos a la provincia, indicó Chit en su acusación, de acuerdo al Ministerio Público Fiscal.
«En los videos del hotel se pudo advertir cómo el imputado ingresaba al lugar acompañado de diferentes adolescentes, ya sea por el hall de entrada o por el ascensor que da al estacionamiento. Una vez allí, subía con las jóvenes a su habitación, lugar donde se consumaba la explotación sexual», señaló el comunicado del MPF.
El juez federal manifestó que ninguna de las adolescentes se encontraba en situación de prostitución previamente al contacto con el imputado.
Según expresó el fiscal, para poder explotar a las adolescentes, Made se valió de la complicidad de personal del establecimiento que conocía lo que allí sucedía.
En este sentido, una de las víctimas sostuvo en su testimonio que en el hotel conocían al imputado y los que trabajaban allí lo «ayudaban», al tiempo que Made aseguraba que «a él no le pasaría nada» y que dijera que era su sobrina al ingresar al lugar.
Si bien en su presentación el fiscal Chit entendió que los hechos imputados debían encuadrarse bajo los delitos de trata de personas y corrupción de menores agravada, en su resolución el Juzgado Federal N°1 de Tucumán sostuvo que no había aún elementos para procesar bajo la figura de trata.
El juez federal Fernando Poviña manifestó que ninguna de las adolescentes se encontraba en situación de prostitución previamente al contacto con el imputado y que dicho estado era buscado y motivado por Made a través de maniobras de manipulación psicológica, aprovechando que las víctimas eran menores de edad.
Así, procesó al hombre por la «promoción y facilitación de la prostitución agravada» y dispuso, además, la continuidad de la investigación con el objetivo de corroborar la presencia de elementos que resulten significativos para acreditar la consumación del delito de trata de personas.