La comunidad judía renovó este lunes el pedido de justicia por el atentado a la AMIA, al cumplirse 28 años del ataque terrorista, con un acto que volvió a ser presencial tras dos años de virtualidad derivada de la pandemia de coronavirus.
Durante su discurso, el presidente de la AMIA, Amos Linetzky, sostuvo que a 28 años del atentado terrorista contra la mutual judía «la herida todavía sigue sangrando» y advirtió que la resolución del caso es «una de las grandes deudas de nuestra democracia».
Después de la sirena que sonó a las 9.53, hora en que detonó la bomba el 18 de julio de 1994, y de que se nombrara uno por uno a los 85 fallecidos, Linetzky tomó la palabra, tras asumir el mes último como nuevo presidente de la entidad.
Recordó que «según el calendario gregoriano, cada 28 años todas las fechas se repiten exactamente, es decir que el calendario de este 2022 es idéntico al de 1994». También fueron oradores Ana Weinstein, sobreviviente del atentado, y tres familiares de víctimas fatales: Sofía Guterman, mamá de Andrea; Jennifer Dubín, hija de Norberto; y Marina Degtiar, hermana de Cristian.
Se acercaron hasta el lugar el secretario de Culto, Guillermo Oliveri; el exembajador en China Diego Guelar y los diputados nacionales Ricardo López Murphy, Facundo Manes, Fernando Iglesias Margarita Stolbizer, entre otros referentes del oficialismo y la oposición.