Yo digo… La necesidad de estar en grupo

Por Juan Martin Garay (*)

Juntidad

La “juntidad”, pensando en función de los intereses de todos dentro de un espacio de características movimientistas, es una necesidad más que una aspiración por estos días dentro del Movimiento Nacional Justicialista. Alejandro “el Gallego” Álvarez inventó la definición política de “juntidad” para marcar diferencia respecto a lo que “unidad” significa en términos políticos.

Tomando las enseñanzas de Juan Domingo Perón -apasionado del estudio de la medicina y su aplicación para explicar la Conducción Política-, podemos proyectar el estudio del Dr. Murray Bowen (1913-1990), quién desarrolló la “Teoría de los Sistemas Naturales” con base en la observación de los procesos que ocurren en los seres humanos desde un punto de vista natural.

Murray describió dos grandes tendencias en el ser humano, a las que pasa de una a otra como un péndulo: por una parte la tendencia a la “juntidad” -referida a la necesidad de estar en grupo y acompañado- y por otra parte la tendencia a la “diferenciación o individualidad” -manifestada como la necesidad de sentirse autónomo e independiente-. Según Bowen las relaciones interpersonales y acuerdos políticos tienen que ver con lo que ocurre en la naturaleza misma de las cosas por ser parte de un sistema primariamente natural y claramente emocional. La “juntidad” explicaría el tiempo político de inflexión y transición necesaria por venir para quienes nos identificamos con una cosmovisión de la vida que tiene su origen en una Doctrina Justicialista.

Porque como expresa Leopoldo Lugones “en una época sin ideales definidos el porvenir de esperanza se torna en amenaza”, el encuentro generacional y político que se necesita claramente se enmarcaría en una “juntidad” motorizadora de una construcción política colectiva de manera real, que vuelva a representar la esperanza en la gente pero con la sana iniciativa de continuar reflejando el apotegma peronista: “Primero la Patria, después el Movimiento y por último los Hombres”. Aún nos debemos la constante tarea de reconsiderar la relación ética entre fines y medios, ubicando de una buena vez “al otro” como la medida de todas las cosas, destacando el siempre anhelado ideal del bien común y la real necesidad de construir comunidad con justicia e igualdad.

Esta “juntidad” debería aspirar a conseguir un punto de cohesión y proyección social que permita el mejor desarrollo de las personas y su dignidad, ejerciendo una sana manifestación de la política, tratando de encontrar -en términos de Conducción Política- una “unidad de acción”, lo que permitirá revalorizar el concepto de política, terminando con las formas en que ciertas personas ejercen este noble arte pero de manera nociva, muchas veces careciendo del “óleo sagrado de Samuel”, otras con un “bastón de mariscal” prestado o portando una mochila ajena, careciendo de compromiso real más que con el propio ego, ayudando a profundizar con esto una crisis de representatividad política que sigue sin resolverse desde el 2001 y que mucho daño nos hace.

No menos cierto es que en las crisis ocurren las grandes creaciones que graban a fuego una época, como así también que en momentos históricos suelen aparecer “líderes fundantes” siendo ejemplo orientador de todo un ciclo por delante ante el desgaste de las organizaciones, lo que caracteriza casi siempre el fin de un período y el comienzo de otro según enseña Julián Licastro.

El ejemplo local

“Comprender no significa quedarse tan sólo mirando un sentido, sino comprenderse a sí mismo en el poder-ser que se devela en el proyecto” Heidegger.

El proceso iniciado por Martín Oliva luego de las PASO que lo vieron ganador en Abril de 2019 y que concluyeron un 9 de junio con el triunfo electoral en las elecciones generales de ese año, se convirtió en un claro mensaje hacia todo el peronismo entrerriano como un real ejemplo de lo que es capaz de hacer una “juntidad” en función de resultados electorales que permitan seguir siendo gestión; bregando -además- por el surgimiento de nuevos dirigentes con paridad de géneros que puedan sintetizar el gran desafío de pensar en un proyecto político que contenga al conjunto pero que piense exclusivamente en los intereses de la ciudad y en función de los vecinos. Desde la ciudad Cuna de la Organización Nacional quedó demostrado lo que se puede hacer cuando hay voluntad con un objetivo superior y en común.

Análisis general

Según Almafuerte “a veces un gran destino está dormido, viene el dolor y lo despierta”. En un plano ya no local, dos cuestiones son clave desde la visión abstracta para el análisis general de las cosas si se pretende seguir siendo gestión: 1) la esperanza que se debe volver a representar en la gente y 2) la necesidad de un Justicialismo movilizado bajo un marco de “juntidad” para poder construir la transformación social positiva que se reclama incluso desde el subconsciente como indica Jauretche; todo esto puesto al servicio de un verdadero interés, el que necesita el pueblo para ser feliz.

(*) Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Concepción del Uruguay desde el 2019. Presidente de Bloque Concejales del PJ 2017-2019. Presidente Comisión Hacienda y Presupuesto 2015-2019. Decano del Colegio Mayor Universitario de Santa Fe 2003-2004.-