El Frente de Todos provincial sumó voces y nominaciones para la carrera por la sucesión de Gustavo Bordet, en un contexto que exhibe la discusión entre robustecer un nombre o liberar internas. Con presencia del albertismo, la reunión de la Corriente de la Militancia, realizada este sábado en Concepción, da cuenta de ello. ¿Y la oposición?
Por Mariano Osuna
El 28 de agosto de 2018, la Cámara de Diputados de Entre Ríos daba sanción definitiva a la reforma electoral que permitió un año después el desdoblamiento de los comicios provinciales de los nacionales. Esa modificación, mediante la Ley 10.615, estableció que el Poder Ejecutivo tiene 150 días antes de las elecciones generales para definir el desdoblamiento, que fija los segundos domingos de abril y junio como fechas alternativas. En ese escenario, quedan nueve meses para las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias.
Punto y Seguido, la columna política de los domingos de LA CALLE, explicó en otras ocasiones la peligrosa calma respecto al debate al interior del oficialismo provincial y del Frente de Todos en Entre Ríos. A las críticas sobre la exposición de las diferencias internas en la coalición nacional, se daba casi en antinomia un silencio preocupante sobre la sucesión de Gustavo Bordet, quien atraviesa su segundo y último mandato como Gobernador.
Las tres definiciones centrales, previo a la selección de nombres y fórmulas, incluyen la decisión del desdoblamiento, que se escuda en el desacople del arrastre de votos y discusiones del tablero político nacional, como también en la plena centralidad de las referencias municipales o locales y en la provincialización de la votación. La segunda determinación refiere a la posibilidad de competencia en igualdad de condiciones en internas abiertas, donde todas las candidaturas efectúen el pegado con las otras categorías y no haya privilegios del aparato sobre algunas de las propuestas electorales. Y una tercera, vinculada con la anterior, que modifique la Carta Orgánica con el objetivo de que se garantice la incorporación de minorías.
Adelantamos que la posición mayoritaria, en línea con las declaraciones del presidente Alberto Fernández para contener los distintos espacios que conforman la coalición gobernante, es la realización de internas. Incluso, el propio Bordet desandó esa dirección en diversas recorridas de gestión y en la última reunión de la Liga de Intendentes e Intendentas Justicialistas, que se llevó a cabo en El Pingo. Su posición original no coincide del todo con la idea sobre que una interna libre sea la mejor opción, pero con el paso de los días, la correlación de fuerzas y los reclamos sectoriales, fue ablandando su postura. Esas reglas de juego serían algo original para el peronismo, donde en los cambios de nombres en la gobernación siempre se priorizaron las listas únicas. El dato más cercano fue la realización de la lista 100 en 2007, encabezada con el binomio Solanas-Cresto, aunque no fue una interna sino una batalla abierta que dejó a ese experimento como tercera fuerza, apenas por detrás del candidato radical, Gustavo Cusinato y bastante por delante de la boleta de Concertación Entrerriana, de Emilio Martínez Garbino, hoy enrolado detrás de la candidatura de Frigerio. La historia posterior ya es conocida, Urribarri asumió la gobernación y repitió sin sobresaltos cuatro años después. Igual que su sucesor, que llegó con Adan Bahl en una fórmula de unidad, y en 2019 triunfó ampliamente sin ninguna contrapropuesta interna de relevancia y peso territorial. El anuncio de Alberto Fernández, la propia posición del kirchnerismo, las experiencias de internas competitivas en Juntos por el Cambio y el contexto de desmovilización y humor social post pandemia, hicieron que la alternativa de internas libres termine siendo una opción viable que no se puede desmerecer. A eso sumarle la propia irritabilidad en las bases y la apoyatura social del peronismo entrerriano por la falta de inclusión de minorías y fomento de internas entre 2007 y 2021.
Sumando voces
Luego del discurso del Mandatario entrerriano en la reunión con jefas y jefes municipales, Enrique Cresto, el último candidato de “unidad” del Frente, Eduardo Lauritto y Adan Bahl, fueron las primeras voces a favor de un formato que involucre una competencia en condiciones equitativas que consolide la opción ganadora en las elecciones abiertas frente al candidato de Juntos por el Cambio.
El titular del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa) es el principal entusiasmado con la posibilidad de tres fórmulas fuertes que potencie al binomio ganador y no deje heridas colaterales, con la representación de las cuatro cabeceras más importantes para el peronismo, pero también en cantidad de habitantes: Paraná, Concordia, Gualeguaychú y Uruguay. Cresto sufrió la competitividad de la disputa entre la lista de Frigerio y la lista de Galimberti, quien terminó sacando 127.908 votos, más del 50% de los votos conseguidos por el Frente de Todos con lista única. Con un escenario difuso a nivel nacional, atravesado por una precaria unidad que no tiene certezas sobre una candidatura de Alberto Fernández a la reelección, el peronismo entrerriano busca amarrarse a los nombres fuertes en las intendencias que permitan un arrastre distinto, pero también candidaturas y contiendas competitivas, que favorezcan la inclusión de las listas perdedoras. Eso no necesariamente garantiza un triunfo, pero robustece la movilización social y política de un peronismo que viene disperso y al calor de la hoja de ruta de la gestión, que proviene de la Casa Gris. En otras palabras, le agrega elementos significativos a la capacidad de participación y al involucramiento de una sociedad que se enfrenta a una campaña distinta tras dos años de pandemia dura, la virtualidad y los sinsabores producidos por la pérdida del poder adquisitivo y el deterioro de la calidad de vida de las familias.
En las recorridas cotidianas, reuniones con dirigentes y entrevistas radiales, Cresto sube al ring a Lauritto y Bahl: dos realidades distintas y con grados diferentes de expectativas. El ex Vicegobernador e Intendente de La Histórica no aparecía hace un año en los planes de competir por el puesto mayor, pero siempre sostuvo el reclamo de reconocimiento al departamento Uruguay. Luego de su segunda intendencia bajó la intensidad de su agenda política, se recluyó del debate de microclima y se autojubiló del lugar de referencia indiscutible en el departamento. No obstante, tiene un alto nivel de aprobación de su imagen, tiene conocimiento de la ciudadanía fuera de su trinchera, y tomó relevancia en un contexto adverso de orfandad de liderazgo y de falta de capital político con buena espalda para enfrentar la contienda con una oposición que ya se encuentra organizada, salvo el ruido interno que puedan provocar voces como Lucía Varisco, que tiene una reserva mínima de la estructura política heredada de su padre y de su abuelo, pero con limitada presencia fuera de la capital provincial.
Por el lado de Bahl, ex ministro de gobierno, vicegobernador y actual intendente de Paraná, tiene la espina clavada de lo que no pudo ser en 2015, cuando hasta los últimos momentos estuvo abierta la posibilidad de una interna frente a Bordet, el candidato elegido por Urribarri. Luego todo se disolvió y compartió la fórmula ganadora, pero con el anhelo del sillón de Casa Gris en el mismo lugar de sus prioridades. Frente al crecimiento en la consideración de su gestión en Paraná, en su entorno aparecen las opciones de ser el primer presidente municipal que es reelecto en la capital entrerriana o disputar el premio mayor, donde solo puede tener un mandato. Hay otro planteo que también se escucha al interior de la dirigencia, que plantea que es mejor que los nombres con mayor peso territorial, como Lauritto o Bahl, jueguen para ratificar los triunfos locales, lo cual termina arrastrando mayoritariamente a la categoría provincial.
El intendente de Concepción del Uruguay, Martín Oliva, también se manifestó sobre nombres posibles, donde postuló en primer lugar a su antecesor, pero también habló de Bahl y agregó a la actual vicegobernadora Laura Stratta, que es tal vez la figura más cercana a los deseos del Gobierno provincial. Una característica que tienen las tres figuras señaladas por Oliva es que todos tuvieron un mandato cumplido en la vicegobernación, con lo cual les queda un solo mandato en cualquiera de las dos posiciones principales de la contienda provincial.
Otro apellido que se repite entre las opciones es Piaggio, que transcurre su segundo mandato en la intendencia de Gualeguaychú y ha dejado una agenda significativa en demandas actuales pero también urgentes, vinculadas al medio ambiente, las fumigaciones y la producción de alimentos. Sin demasiada expansión fuera de su territorio, hay referentes como Daniel Irigoyen y Hernán Orduna, que repiten su nombre dentro de las posibilidades electorales del peronismo. Por su parte, el diputado nacional Marcelo Casaretto se autopostuló y la legisladora Blanca Osuna habló de la necesidad de consolidar a Entre Ríos dentro del proyecto nacional y habló de reglas claras sobre el proceso electoral, con un claro mensaje al debate sobre la disputa en internas abiertas.

El albertismo y el bordetismo La Histórica
“Reflexiones sobre el presente y el futuro de la Argentina”, es el título elegido para el plenario que la Corriente Nacional de la Militancia realizó durante la jornada de este sábado en el Club Rivadavia de La Histórica. El flyer difundido lleva las caras de Bordet y del nuevo titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Agustín Rossi, a cargo de la oratoria principal, con un visible desempeño de la legisladora Carolina Gaillard en su organización y difusión. Para la participación de los paneles, estuvieron las visitas de Ricardo Forster, Victoria Tolosa Paz, Araceli Ferreyra, Remo Carlotto y Juan José Giani, entre otros, en una fotografía que se repite en distintas provincias, de cara a las demostraciones de fuerza que se vienen realizando con miras al 2023.
El evento mutó hacia una convocatoria que no contuvo todas las expresiones del Frente de Todos y que dejó algunas ausencias claves, como las de Cresto, Solanas, Osuna y La Cámpora. Todo un elemento de análisis del debate actual en Entre Ríos sobre las posibilidades electorales, la realización de internas abiertas y la inclusión de las listas derrotadas, atravesado por un escenario nacional mucho más dinamitado públicamente, donde las internas abiertas aparecen como una necesidad indispensable para retener el gobierno nacional. Se vienen meses claves en la clarificación de estas reglas y en el devenir de un proceso que requiere algunas definiciones para el oficialismo con el fin de tomar velocidad en una carrera donde la oposición ya eligió su metodología y ya tiene ofertas definidas detrás de las expresiones de Frigerio y Galimberti, quienes dieron su anticipo de competitividad en las legislativas de medio término del año pasado.
Las primeras voces públicas del Frente de Todos delimitaron parte del debate y de las candidaturas en juego. Fórmula unificada o internas abiertas, esa parece la cuestión. Peso territorial en los municipios o nombres competitivos en la provincia no son estrategias opuestas, pero sí requieren de una determinación en la conducción del proceso que allane el camino a la consolidación de referencias, propuestas y dinámica de campaña, en un contexto más cercano a la habitualidad pre-pandemia pero con las mismas necesidades estructurales.
